Diario Córdoba

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LOS AFECTADOS DESMONTAN EL CAMPAMENTO

Los empleados de Zumos Palma creen que "se ha hecho justicia"

CCOO explica que se ha trabajado dos meses para llegar al acuerdo y espera que "ahora llegue un inversor"

Los trabajadores retiran los colchones del campamento. E. MANZANO

“Se ha hecho justicia, era el objetivo”, “ahora que llegue un inversor, los hay, han visitado la planta”. Son los comentarios que siguen unificando a los trabajadores de Zumos Palma que han puesto fin a una movilización que iniciaron el 9 de noviembre del pasado año, que desembocó en encierro indefinido en la planta, al aire libre. Ahora, desmantelan su campamento, tiendas de campaña, colchones, sacos de dormir, enseres, el bidón de la hoguera, y que ahora dan por finalizado sin olvidar una reflexión “como no cambien las leyes, esta barbaridad que han hecho puede volver a pasar, ¿cómo pueden pasar estas cosas?”, se pregunta Fernando Trujillo, portavoz de los trabajadores que han conseguido, insisten “vencer a Goliat”.

En el almanaque se iban señalando los días de la protesta. E. MANZANO

El almanaque, que aún cuelga en el campamento, está tachado, día a día, desde hace un año. Alguien lo guardará como testigo de una lucha que ha finalizado con un acuerdo extrajudicial, que según explica el responsable de Industria de CCOO en Córdoba, Agustín Jiménez, ha costado dos meses de negociación. Un acuerdo extrajudicial que se traduce en que Zumos Palma abonará a los trabajadores más de 1,3 millones en indemnizaciones por despido improcedente, indemnizaciones que ya han llegado, apunta uno de los trabajadores, que indica “me ingresaron el sábado en el banco”, y que oscilan entre los 20.000 y 50.000 euros, según el puesto desempeñado en la planta de exprimido de Zumos Palma y la antigüedad.

Está pendiente el pago de algo más de 261.000 euros, el acuerdo fija que antes del 28 de febrero de 2023, por las 6 nóminas impagadas del segundo ERTE presentado por la empresa, tumbado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, recurrido por la empresa y declarado ilegal por el Tribunal Supremo, hecho que es considerado por los trabajadores como “la primera buena noticia y primera victoria”.

Representantes de CCOO han asistido al desmontaje de la acampada. E. MANZANO

Tras 328 días de reivindicación, pues iniciaron el encierro indefinido a las puertas de las navidades del pasado año, han estado “sin poder dormir en la tienda de campaña y pensando que estamos haciendo el tonto” y añaden que se plantaban "la validez de nuestra protesta”. Marina Borrego, secretaria general de CCOO-Córdoba, que ha acompañado al grupo de trabajadores en la retirada del campamento, no duda al afirmar que “la lucha permanente de ellos ha sido lo determinante”. Agustín Jiménez añade que “en este año hemos discutido, debatido mucho sobre cómo enfocar el conflicto”.

Por su parte, Antonio Bueno, que junto a Trujillo, se plantaron en el Parlamento Europeo para denunciar la situación de estar “en tierra de nadie”, según apunta Borrego, recuerda que primero se preocuparon por la viabilidad de la empresa, pero que se dieron cuenta rápidamente que la empresa “nos decía una cosa y hacía otra, nos engañaba”. Explica que pasaron a una siguiente fase, la laboral. En este punto, denuncian que fueron dados de baja por Zumos Palma, dados de alta por Cegeplas, como firma compradora de la planta de exprimido, y anulado el alta con carácter retroactivo y recuerdan que “nos quedamos hasta sin desempleo”. CCOO y trabajadores se reúnen ahora en el desmontaje del campamento, y desde el sindicato apuntan que la causa penal sigue su curso, “nosotros no estamos, nos retiramos para alcanzar este acuerdo, por los trabajadores, pero sigue su curso”. Igualmente, Borrego destaca la fortaleza de esta lucha porque los trabajadores tenían representación sindical, la organización es fundamental.

En las tareas de recoger tiendas y enseres, Antonio Bueno cuenta que ya formó parte de Naransur, del Grupo Leche Pascual, reconociendo la figura de Tomás Pascual. Destaca que conocía a todos los trabajadores, que contaban con becas para los niños, tarjeta sanitaria privada, que cada empleado, según su puesto, tenía complementos salariales y formación. Dice que fue a Aranda de Duero, Burgos, a la sede central a un curso de formación. Junto a Juan Andrés Caro, también de los “38 de Zumosol”, recuerdan a Tomás Blanco, director de la planta, de cómo felicitaba a los trabajadores por cumpleaños y santos.

Ahora, el objetivo es que llegué un inversor que retome la fábrica y lamentan el devenir de esta planta de exprimido. Los números no mienten, la inversión del Grupo Leche Pascual fue de 105 millones, Zumos Palma (grupo inversor Toksöz) la compró por 48 millones, y añaden que ahora el precio de venta partió de 15 millones, que ahora dicen que está en 9, y destacan la importancia del almacenaje de la planta, de los depósitos.

Dos trabajadores, ante los carteles colocados durante la protesta. E. MANZANO

Una vez retirado todo el campamento, donde “no hay ni luz ni agua”, se preguntan “quién va a cuidar de estas instalaciones, hemos sido los guardas”. En este punto, Marina Borrego manifiesta que personalmente ha agradecido a la Guardia Civil su labor, al igual que a la directora general del servicio de Inspección de Trabajo, Ministerio de Trabajo, apunta que el informe de Inspección es de 80 folios.

Los “38 de Zumosol” han agradecido a instituciones, políticos, entidades, vecinos y a los medios de comunicación el apoyo recibido a lo largo de este año. En el anecdotario, José Carlos, vendedor de la ONCE en la ciudad, les ha regalado semanalmente un cupón, dicen que “sus clientes les pedía el mismo número”.

Mientras recogen, hablan del frío, del calor, de noches en vela, de sus familias y amigos, de las reuniones con CCOO y no dudan al manifestar que “animamos a todos los trabajadores a que luchen, que la lucha tiene su recompensa”.

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