Diario Córdoba

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REPORTAJE

El árbol de los chupetes de Priego de Córdoba

Esta localidad ya cuenta con un lugar «mágico» para dejar estos preciados objetos

Una pequeña deja su chupete en ‘Tronquito’. R.C.C.

Aunque, como apuntan todos los expertos en la materia, no existe una fórmula que pueda aplicarse de manera generalizada, los más pequeños ya cuentan en Priego con un árbol «mágico» en el que dejar sus chupetes. Ubicado en la Ciudad de los Niños, la iniciativa surgió entre los 20 alumnos que tomaron parte en el taller Fórmate, crece y participa, una acción formativa de la Delegación de Participación Ciudadana del Consistorio prieguense enmarcada en el Plan Local de Salud, uno de cuyos objetivos es generar oportunidades para el bienestar emocional de los niños y niñas de la localidad.

Como recomienda la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, es aconsejable, ya en la segunda mitad del primer año de vida, ir reduciendo el uso del chupete y limitarlo a situaciones de estrés y para dormir, aunque la edad media en la que se suele producir la retirada es a los tres años.

La gran pregunta que surge entre los padres es cómo hacerlo para que esa retirada no suponga un trauma para el pequeño. En este sentido, todos los expertos coinciden en la necesidad de respetar la evolución del niño y sus necesidades físicas y emocionales, mostrándose categóricamente en contra de medidas humillantes o burlas, que en nada favorecen este proceso.

Así que en lugar de dárselo a los Reyes Magos o al mismísimo ratoncito Pérez, los niños de Priego ya tienen en Tronquito, el árbol de los chupetes, el lugar ideal para dejar este objeto tan preciado y valioso para ellos, haciéndolo de una forma natural que les permitirá vivir el momento como algo especial, ya que serán ellos mismos quienes lo cuelguen en sus ramas e incluso puedan ir a visitarlo posteriormente para rememorar tan importante gesto.

Un mágico árbol que incluso ya tiene un cuento escrito por Cati Zamora Cano, en el que se narra la historia de Tronquito, un olivo que se ha convertido en el guardián de los chupetes de los niños de Priego y de cuyas ramas, en lugar de las preciadas aceitunas, ya cuelgan algunos chupetes.

Ahora, tanto adultos como niños deben ser los guardianes del bienestar de este árbol que a buen seguro será una solución para evitar lo que en algunos casos supone todo un dilema entre los padres: el momento de retirar el chupete a sus hijos.

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