El séptimo Plan General de Residuos Radiactivos (7º PGRR) y su Estudio Ambiental Estratégico del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) este lunes y que se encuentra en plazo de exposición pública, contempla que el centro de almacenamiento de residuos de media, baja y muy baja actividad de El Cabril en Hornachuelos continuará operativo en los próximos años. Pasaría de tener las 28 celdas actuales a contar con otras 27 más en los próximos años, duplicando prácticamente su capacidad, para así dar respuesta al progresivo desmantelamiento de las siete centras nucleares existentes en España.

Los planes del Gobierno central son mantener el cierre gradual y escalonado de los siete reactores españoles, que contempla que Almaraz I cerrará en 2027, Almaraz II en 2028, Ascó I en 2030, Cofrentes en 2030, Ascó II en 2032, Vandellós II en 2035 y Trillo también en 2035.

Esta información se recoge en el pliego de información pública sobre la hoja de ruta para gestionar los residuos radiactivos, el desmantelamiento de las centrales nucleares y su estudio ambiental estratégico, que por primera vez se somete a una evaluación ambiental estratégica, ha señalado el Ministerio.

El periodo de propuestas al séptimo plan acaba el 16 de junio y el Ministerio ha resaltado que la decisión que finalmente se adopte acerca de este plan "requerirá necesariamente de un alto grado de consenso social, político e institucional, además de una buena valoración técnica y un marco de participación pública".

Según recoge este plan general del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, el análisis de la capacidad de las 28 celdas de residuos actualmente existentes en el Cabril concluye con la necesidad de disponer de nuevas celdas en el año 2028, para no afectar a la planificación de operación y desmantelamiento de las centras nucleares y poder continuar con el normal almacenamiento de estos residuos radiactivos.

Fases del proyecto

Este plan de residuos radiactivos contempla que la construcción de las nuevas celdas se acometerá por fases, contemplándose en la primera etapa la puesta en servicio de 12 celdas y, con posterioridad, la habilitación de otras celdas adicionales, en principio 15, que se irán construyendo conforme se vayan necesitando, acorde al desarrollo de los desmantelamientos de las centrales nucleares.

Este documento del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico apunta a que la capacidad de almacenamiento para la totalidad de los residuos de muy baja actividad se presume suficiente con las cuatro celdas autorizadas actualmente en El Cabril, encontrándose actualmente en explotación la celda 29 y la celda 30, desde octubre de 2008 y julio de 2016, respectivamente. El séptimo plan incluye que, según se vaya requiriendo, está prevista la construcción para los mismos fines de la sección 2 de la celda 30 y de las otras dos celdas autorizadas, la 31 y la 32. Para el almacenamiento de la totalidad de los residuos de media y baja actividad se requiere de la construcción de las nuevas celdas ya previstas en el sexto Plan General de Residuos, necesarias en cualquier escenario de operación de las centrales nucleares.

Por este motivo, el Ministerio considera estratégica la optimización en la gestión de este tipo de residuos radiactivos. Adicionalmente, en las estimaciones también se ha de contemplar que, en la capacidad de almacenamiento definitivo, también repercutirían los recursos radiactivos que puedan generarse en futuros incidentes puntuales e, inicialmente, imprevisibles, que puedan tener lugar como resultado de la presencia inadvertida de fuentes radiactivas en los materiales metálicos que se reciclan, así como aquellos otros residuos generados fuera del sistema regulado cuando sea requerida su gestión por resolución del Ministerio competente.

Otras líneas importantes del séptimo plan

La propuesta de este séptimo plan se sometió a consultas en marzo de 2020, dando respuesta a la necesidad de actualizar el 6º Plan General de Residuos Radiativos, aprobado en 2006. Esta primera fase de consultas ha permitido determinar el alcance del Estudio Ambiental Estratégico, que incluye objetivos de protección ambiental y una valoración de los impactos, así como medidas preventivas y correctoras, junto con una propuesta de vigilancia ambiental, la valoración de alternativas y la relación con otros planes nacionales y autonómicos.

La versión inicial del plan también contempla un escenario de referencia que incluye el cese de la operación de las centrales nucleares entre 2027 y 2035, en coherencia con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 y con el Protocolo de cese ordenado de explotación de las centrales, firmado en marzo de 2019 entre Enresa y sus propietarios.

Asimismo contempla el inicio del desmantelamiento de las nucleares a los tres años de su cese de operación definitivo, excepto Vandellós I, cuya última fase se ejecutará a partir de 2030, así como la continuidad para ampliar la capacidad de los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) para el combustible gastado en las centrales, que permitan su explotación y su desmantelamiento.

Otros apartados son la puesta en marcha de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) para el combustible gastado y los residuos de alta actividad o, alternativamente, de siete Almacenes Temporales Descentralizados (ATD) en los emplazamientos de las centrales, además de un almacenamiento definitivo del combustible gastado y los residuos de alta actividad en un Almacén Geológico Profundo (AGP).

Una vez concluido el periodo de información pública y analizados los informes y las alegaciones presentadas, el Ministerio elaborará la versión definitiva del séptimo plan, que será aprobado por el Consejo de Ministros, previo informe del Consejo de Seguridad Nuclear y oídas las comunidades autónomas en materia de ordenación del territorio y medio ambiente. Del Plan aprobado se dará cuenta posteriormente a las Cortes Generales y a la Comisión Europea en cumplimiento de la Directiva de gestión de residuos radiactivos.