Con el inicio de las obras a la vuelta de la esquina y mientras estos días se procede al levantamiento de las actas previas a la ocupación de las 227 parcelas que se verán afectadas por las obras de la variante de la A-333 a su paso por Las Angosturas, la federación provincial de Córdoba de Ecologistas en Acción ha vuelto a denunciar el impacto ambiental que representará esta obra.

Pese a las medidas preventivas y correctoras anunciadas en su día por la Junta, desde el colectivo conservacionista se insiste en la «innecesidad» de esta actuación, que definen como, «un capricho político que nos despoja de parte de nuestro patrimonio natural», afirmando que hay inversiones «mucho más demandadas socialmente y necesarias para los vecinos de Priego», poniendo como ejemplo la carencia de servicios sanitarios que, desde hace años, presenta la localidad.

Uno de los aspectos que más preocupa a Ecologistas en Acción es el relacionado con el movimiento de tierras, que supondrá el desmonte de 270.400 metros cúbicos de la ladera este de Sierra Leones, de los que 83.300 serían rocas que se extraerían mediante explosivos, «alterando para siempre la geología y el paisaje de este espacio natural que el Plan de Ordenación Territorial del Sur de Córdoba ya cataloga como paraje de valor ambiental y paisajístico».

Por otra parte, desde los ecologistas se indica que los estudios botánicos previos para dilucidar la existencia de poblaciones de especies amenazadas como la Hippocrepis tavera-mendozae y la Ophrys speculum subs. Lusitanica, concluyen en la necesidad de modificar el trazado previsto «para no destruirlas», recordando que estas orquídeas no son visibles hasta bien entrada la primavera.

Igualmente, afirman que resulta «errónea» la mención que se hace en el proyecto a que la variante proyectada discurre cerca del punto de cría del águila perdicera, «ya que la nueva variante representa una ocupación efectiva de la zona de cría de esta especie, zona de campeo y vuelo de los inmaduros», señalando que en el informe «los técnicos admiten que desconocen los efectos que esta infraestructura puede ocasionar, poniendo en duda la pervivencia de esta especie en la zona».

Varias medidas para minimizar el impacto ambiental

Entre las medidas correctoras del impacto ambiental que provocará la obra, la Junta de Andalucía ha planteado la remodelación de formas y volúmenes de las zonas afectadas, «revegetando» los terraplenes y desmontes con especies autóctonas, llevándose a cabo un tratamiento paisajístico en torno a las obras de fábricas con plantaciones en las embocaduras.

Igualmente, se propone la creación de barreras de retención de sedimentos en ambos lados del cauce interceptado, adecuando las obras de drenaje transversal para el cruce de la fauna, llevándose a cabo una rehabilitación de los corredores faunísticos.

Otra de las medidas planteadas es la mejora del hábitat del entorno del área de nidificación del águila perdicera, corrigiéndose los tendidos eléctricos que no estén adaptados frente a la colisión y electrocución de aves.