El archivo municipal de Rute es un tesoro que guarda la historia de la villa desde 1546, justo desde los inicios del enclave actual de la población. Así lo ha destacado la concejala de Cultura, Ana Lazo, durante la presentación de los trabajos de ordenación y restauración de este archivo encargado a la empresa especializada Docland. Los estrechos y largos pasillos del archivo, situado en el edificio cultural Leoncio Rodríguez, reúnen buena parte de la historia del municipio, compartida con los archivos parroquiales. Este archivo se va trasladar a otro lugar dentro del edificio para preservar en mejores condiciones este patrimonio, ha anunciado Ana Lazo, ya que en el sótano en el que se ubica los niveles de humedad no son los adecuados.

«Ponerlos en valor es dar el protagonismo que merecen estos archivos, ya que pocos municipios conservan en el mismo lugar tantos siglos de historia», ha reconocido la edil de Cultura. El primitivo emplazamiento, conocido como Rute el Viejo y del que aún se conservan antiguos restos de murallas y torres, dio paso en los primeros lustros del siglo XVI al actual Rute. Con la aparición de legajos que datan de 1546, el archivo municipal atesora documentos de toda la historia del emplazamiento actual, que se originó con el Ayuntamiento, la parroquia y las primeras casas.

Detalle de uno de los documentos del siglo XVI. PADILLA

La vida administrativa de Rute está registrada con las artísticas caligrafías de la época para constatar registros de fincas, deslindes, documentos económicos, de bienes rústicos y urbanos o súplicas elevadas a la autoridad por las dificultades para hacer frente a pagos municipales. Toda la vida administrativa conservada en 5.000 cajas o unidades de instalación, con 200 pliegos cada una, lo que suma un millón de documentos, como detalla la técnica de la empresa Docland encargada de estos trabajos, Maite López Carrillo.

Los primeros trabajos de conservación se están centrando en la limpieza en seco de los documentos. También, en la retirada de elementos metálicos que por oxidación perjudican al papel y todo el archivo será trasladado a otra parte del edificio para reducir la humedad. Según López Carrilo, el archivo de Rute cuenta además con legajos del juzgado de Rute, del antiguo hospital y fundación Alfonso de Castro y protocolos notariales de Benamejí e Iznájar. Una vez concluya el trabajo de conservación, que el Ayuntamiento afronta con recursos propios, buscará subvenciones para digitalizar los documentos más importantes, según señala la concejala de Cultura.