En Montilla, la cara y la cruz de la pandemia del coronavirus la representan el Centro Residencial San Juan de Dios y el Hogar para Mayores San Rafael. En el primero de ellos, de propiedad municipal y gestionado por la empresa Monsecor, la totalidad de los últimos test practicados a residentes y trabajadores han descartado la presencia del coronavirus en el centro. «No puedo más que dar las gracias a los trabajadores, que cada día atienden a los residentes como si fueran miembros de su propia familia, a nuestro alcalde, Rafael Llamas, que ha llamado cada día para preocuparse por la situación y, por supuesto, a los familiares de nuestros usuarios, que han colaborado con nosotros en todo momento y han entendido las medidas restrictivas que adoptamos desde el principio, pese a la dificultad que entrañaban», reconoció la gerente de Monsecor, Aurora Requena. La cruz, sin embargo, la representa la residencia San Rafael, que ha registrado dos nuevos fallecimientos a causa del coronavirus, según el último balance hecho público por el alcalde. El centro que gestiona la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, junto a la Fundación Cuidar y Curar, registró el sábado la muerte de un hombre de 81 años, natural de Puente Genil, hasta ese momento, la cuarta víctima mortal por coronavirus. Sin embargo, según la información que facilitó Rafael Llamas, los test rápidos a los que fueron sometidos los residentes, trabajadores y monjas del centro arrojaron 33 positivos entre usuarios, siete entre integrantes de la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y ocho entre trabajadores del centro. A ello se suman seis fallecidos, dos más de los que se tenía constancia hasta entonces.

En las cuatro residencias de Priego se contabilizan desde el inicio del estado de alarma un fallecido, que estaba ingresado en el hospital. Además, hay dos casos positivos de la residencia Arjona Valera y cinco trabajadores aislados en sus domicilios. El resto de centros no ha presentado ningún contagiado. Las medidas para el control de la pandemia se pusieron en marcha en todos estos centros tras la reunión del 12 marzo que mantuvieron sus directores con el director del Centro de Día, el responsable del servicio de ayuda a domicilio del Ayuntamiento y la delegada de Servicios Sociales. Desde entonces se han seguido medidas que paralizaron las visitas de familiares, aislándose a los residentes en sus habitaciones y limitándose las actividades grupales, mientras que se potenciaron las terapias individualizadas. Estas pautas han ido adaptándose a lo que ha ido marcando la Junta y el Gobierno central. Además, se optó por ampliar plantilla en algún centro y se reforzaron las medidas de limpieza y desinfección, además de guardarse las medidas de seguridad entre los internos.