La llegada de Thyssenkrupp Solartec a Lucena puede y debe suponer el inicio de una etapa de despegue para una ciudad que en las últimas décadas fue modelo de desarrollo. Ahora solamente hace falta que prosperen las gestiones necesarias y que al final de esta misma primavera que acaba de nacer puedan iniciarse los primeros trabajos de una gran factoría que tiene la luz del sol como protagonista y que puede contribuir a dejar atrás las sombras de la crisis.