Tres responsables de dos pubs de Nueva Carteya, a los que denunció en varias ocasiones una familia vecina, se enfrentan cada uno a dos años de cárcel por el excesivo ruido de sus establecimientos. El fiscal, que recuerda que superaban los niveles sonoros admisibles, considera los hechos constitutivos de un delito contra el medio ambiente.

Según el escrito del fiscal, desde el 2001, durante los fines de semana y días festivos, se ha reiterado la emisión de ruidos procedentes de dos pubs de Nueva Carteya. A raíz de ello, una familia que reside en la misma calle ha interpuesto diversas denuncias contra los responsables de los establecimientos, y en virtud de ellas se han llevado a cabo diversas mediciones. En todas las ocasiones estas se realizaron en la vivienda de los perjudicados y siempre se superaban los niveles admisibles establecidos por el reglamento de protección contra la contaminación acústica en Andalucía.

Como consecuencia del ruido, la madre de la familia afectada fue diagnosticada de trastorno ansiodepresivo ante la imposibilidad de poder descansar.