La Guardia Civil procedió el pasado viernes a explotar una operación en Puente Genil y Córdoba capital y en su desarrollo detuvo a nueve personas, intervino un laboratorio de cocaína en esta capital y desmanteló ocho puntos de venta de droga establecidos en diferentes domicilios de Puente Genil y Córdoba. La operación se ha saldado con la detención de nueve personas y con la intervención de 2,350 kilogramos de cocaína en roca.

La investigación ha permitido desarticular una organización que distribuía la cocaína en diferentes puntos de venta ubicados en las barriadas de Barranco el Lobo y Poeta Juan Rejano (Puente Genil) y en el Sector Sur, barrio Guadalquivir, Las Palmeras, Las Margaritas, Tablero Bajo y Noreña en la capital. Esta organización contaba con puntos de venta itinerantes que cubrían prácticamente la totalidad de barriadas de Córdoba.

Las investigaciones se iniciaron en mayo cuando el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) tuvo conocimiento de la posible implantación en esta provincia de una organización delictiva que se dedicaba a la introducción de grandes cantidades de cocaína y su distribución al menudeo en Puente Genil y Córdoba capital.

La Guardia Civil detectó que la organización obtenía la cocaína en Valencia y Madrid, a través de cuatro súbditos colombianos, que eran los encargados de transportar la droga hasta Puente Genil, desde donde la distribuían a Córdoba, La Carlota y Montilla.

Tras ubicar el domicilio en Puente Genil, donde se recepcionaba la droga, e identificar plenamente a sus moradores, los miembros del EDOA centraron sus investigaciones sobre ellos, que les fueron conduciendo al resto de la red.

MADRID Más tarde se pudo identificar plenamente a los nueve integrantes del grupo que han sido detenidos y conocer el modus operandi , que básicamente consistía en que cuatro de ellos se abastecían de cocaína en Madrid y Valencia, adquiriendo lotes de droga --ladrillos -- de gran pureza, y la transportaban hasta Puente Genil y Córdoba, donde otros integrantes de la red procedían a su adulterado y la preparaban para su distribución, repartiéndola inmediatamente al segundo escalón de la organización, que eran los encargados de su distribución directa a los consumidores cordobeses, de La Carlota y Montilla.

La cocaína era de gran pureza; sin embargo las cantidades aprehendidas a los camellos ya se encontraba cortada (adulterada).