El ministerio fiscal ha solicitado cinco años de cárcel para un hombre ya condenado por el acoso al que sometió a una joven de Lucena y que, sin embargo, ha mantenido la misma actitud hacia su víctima, enviándoles desde la prisión varias cartas en las que le transmitía la necesidad de estar con ella y amenazando, incluso, al padre de ésta.

Según las conclusiones provisionales del fiscal, el acusado, V.J.R.J., se encuentra ingresado en la prisión provincial de Córdoba y condenado hasta tres veces por delitos de lesiones psíquicas, amenazas y quebrantamiento de condena por el acoso al que sometió con anterioridad a la joven. A pesar de que en dichas sentencias se establece la prohibición de comunicación con la víctima y su familia hasta el 2013, el preso envió a la mujer hasta cinco cartas, entre febrero y marzo del 2008, en las que le reiteraba que tienen "que vivir juntos" o que, "cuando todo acabe" podrán, "por fin, estar juntos". También desde la cárcel remitió una carta al padre de la víctima en la que le avisa que "ahora es cuando empiezan los problemas. Puede morir alguien por su culpa". Y en otra parte de la carta, dirigiéndose a la acosada, le dice que no consienta "que tenga que herir de nuevo a otra persona o agente público o del estado".

Como consecuencia de la recepción de estas cartas, que quebrantan la prohibición de comunicación, la mujer ha sufrido un trastorno adaptativo, que se ha hecho crónico y que necesita de tratamiento farmacológico y psicológico. Los hechos son, según el fiscal, constitutivos de un delito de lesiones psíquicas, por el que le pide tres años de prisión; un delito de amenazas, por el que solicita una pena de dos años, y otro continuado de quebrantamiento de condena, por el que pide 24 meses de multa.