La rotura de siete aljibes de una balsa de la cooperativa olivarera Nuestra Señora de Araceli de Lucena provocó en la tarde del miércoles el derrame de más de 105.000 litros de alpechín procedente del lavado de los aceites de la empresa. El accidente ocurrió sobre las 18.45 horas, cuando cedió el muro de contención de la balsa.

En principio, la mayor parte del líquido ha sido recogido por la propia cooperativa en una balsa de alperujo instalada metros abajo, según ha informado a este periódico el presidente de la olivarera Nuestra Señora de Araceli, Antonio López Villa. La balsa contuvo gran parte de la avenida de alpechín, aunque rebosó y más de 20.000 litros se vertieron al Río Lucena. En total, la cooperativa ha llenado tres camiones cisterna --cerca de 85.000 litros de este alpechín procedente del lavado del aceite--.

Los responsables de la cooperativa avisaron de inmediato a los agentes del Seprona, a la Policía Local y a los encargados de la depuradora de aguas residuales de Lucena, para que estuvieran alerta y el vertido no afectara a sus instalaciones.

UN RIO MUY CONTAMINADO La Policía Local lucentina realizó una inspección visual en la mañana de ayer en la que no detectó grandes manchas en el curso del Río Lucena, cuyas aguas bajan siempre muy contaminadas por las actividades de las empresas que se levantan en su margen. Los agentes locales apreciaron el líquido derramado en algunos puntos, aunque no en grandes cantidades.

Los materiales más pesados del alpechín se quedaron depositados en las mismas instalaciones de la cooperativa, según se podía comprobar ayer, por lo que no han llegado a mezclarse con las aguas del río.

Fuentes consultadas por este periódico aseguran que gran parte de los más de 20.000 litros vertidos pueden llegar al embalse de Cordobilla, en el río Genil, e incluso es posible que aparezcan manchas de contaminación en el propio pantano. En cualquier caso, los responsables de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CGH) están alertados desde el mismo momento en el que se produjo el accidente.

Los siete aljibes que reventaron el miércoles eran los únicos que utilizaba la cooperativa lucentina para depositar el alpechín procedente del lavado de los aceites. En el momento del accidente estaban completamente llenos.