BALANCE

Satisfacción por los "excelentes" resultados de las cruces de 2023

Los organizadores valoran la gran afluencia y la ausencia de incidentes | El Movimiento Ciudadano pide reducir a la mitad las del casco antiguo

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

La opinión de los colectivos que han participado en el montaje de las Cruces de Mayo de Córdoba de 2023 es coincidente. El balance es muy satisfactorio. La asistencia ha sido masiva, el tiempo ha acompañado y las expectativas se han visto superadas en cuanto a resultado económico y organización. Otra cosa es intentar acabar con los comportamientos incívicos que dejan su desagradable (y fétida) huella por la ciudad. Ante ello, también es unánime la opinión. «Es cuestión de educación» y, en algunos casos, de mayor vigilancia.

Las cruces de 2023 echaron el cierre definitivo en torno a las cinco de la tarde de este lunes y hasta esa hora hubo quien se mostró dispuesto a disfrutarlas, sobre todo las que tenían un carácter más familiar. Pero hubo otras que optaron por dedicar la mañana del último día para desmontar y baldear la zona y dejar la tarde para que «los voluntarios que han participado en ella descansaran», como apuntaban los responsables de dos cruces vecinas, la de La Paz (en la cuesta del Bailío) y la de la Sangre, en la plaza del Cardenal Toledo, Enrique Aguilar e Ignacio Domínguez, respectivamente. Son dos cruces que han contando con una masiva asistencia, que ha colmado las expectativas de las hermandades anfitrionas y tanto Aguilar como Domínguez se congratulaban de que todo se haya desarrollado sin incidentes.

Dos chicas se hacen una foto en una cruz de mayo, este lunes, en Córdoba.

Dos chicas se hacen una foto en una cruz de mayo, este lunes, en Córdoba. / Manuel Murillo

La satisfacción por el buen resultado es compartida por todas las hermandades y asociaciones organizadoras, que también coinciden en agradecer el trabajo de todos los hermanos o asociados y la paciencia y comprensión mostrada por los vecinos del entorno. Manuel Murillo, vocal de Cultura y Caridad de la hermandad del Resucitado, que monta su cruz en Santa Marina, indicaba que la de las cruces «es una fiesta que hay que mantener y disfrutar». 

Colaboración

Para ello, cree necesaria la implicación de todo el mundo. «En esta son unas 80 personas las que han colaborado de alguna manera», apuntaba. Gracias a ello, explicó, «podemos obtener fondos con los que desarrollar nuestra obra social». En esa misma idea hacía hincapié el tesorero de la hermandad de los Dolores, Ricardo López, quien señala que el buen resultado es fruto del trabajo de «todos los miembros de la hermandad, es impresionante cómo se vuelcan». 

A dos horas del cierre definitivo, las cruces que más ambiente mantenían eran las de carácter familiar, donde una comida compartida a la sombra y en lugar seguro para los menores ponía la guinda a la primera de las fiestas del Mayo cordobés (si exceptuamos la cata). Enrique Ruiz, hermano mayor de la Soledad, explicaba que su cruz, la de la plaza de las Lagunillas, «ha sido muy tranquila, con mucha asistencia de vecinos del barrio de Levante, que la consideran como suya». Casi en similares términos se pronunciaba Juan Rafael Cabezas, de la hermandad del Caído, que monta su cruz en el Chimeneón. «Aquí, la mayoría de los asistentes son familias que vienen con sus niños, porque es un lugar seguro y tranquilo», explica mientras sirve un plato de salmorejo.

Cruz de mayo en el Chimeneón, este lunes por la mañana.

Cruz de mayo en el Chimeneón, este lunes por la mañana. / Manuel Murillo

Carácter "magnífico y familiar"

Junto a Colón y frente a la Malmuerta, Rafael Jaén hace balance la cruz de la hermandad de la Quinta Angustia, cuyo ambiente califica como «magnífico y familiar», poniendo en el ornato floral y ambiente de paz que transmiten los inmediatos jardines de Colón como dos de los grandes motivos de tan buen resultado. 

Ese mismo carácter familiar y de ambiente tranquilo es lo que defienden dos de las cruces ganadoras, como son las de la asociación de vecinos de Cañero y la de la hermandad del Huerto. Sus responsables, Mercedes López, y Rafael Salido, respectivamente, indican que la carencia de problemas en sus cruces y el buen ambiente viene caracterizado por el tipo de asistentes que reciben, en su mayor parte familias vinculadas al barrio o a la hermandad organizadora.

El movimiento ciudadano pide reducir a la mitad las instaladas en el casco antiguo

La visión que tienen de esta celebración desde el movimiento ciudadano es distinta, pues consideran excesivo el número de cruces que se autorizan en el casco antiguo de la ciudad.

Juan Andrés de Gracia, presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano de Córdoba, señala que «no se pueden concentrar tantas cruces en el casco antiguo. Hay que reducirlas a la mitad», sobre todo, apunta, porque muchas de ellas "no tienen relación con el lugar donde se instalan".

Ante esa situación, De Gracia anuncia que el Movimiento Ciudadano hará una petición en ese sentido, para lo que pedirá un «esfuerzo y estudiarlo con tiempo para conseguir que las cruces que se instalan están realmente, relacionadas con su entorno».

El representante vecinal cree que el actual sistema de cruces se ha «convertido en un elemento de financiación de otras cosas, son negocios que desbordan la capacidad de vida del casco histórico».

De no redimensionar la fiesta en la zona histórica de la ciudad «no habrá Ayuntamiento, de ningún signo, que sea capaz de ofrecer cuarenta espacios distintos y controlarlos». La propuesta de Juan Andrés de Gracia pasa por, además de la citada reducción, «buscar otros lugares donde se puedan redistribuir e instalar todas las peticiones». A su juicio, es la única manera de hacer compatible una tradición tan arraigada como la de las cruces, con la convivencia vecinal de los barrios que las acogen, sin que se produzcan los daños actuales.

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