AUDIENCIA PROVINCIAL

Acepta un año de cárcel por apropiarse de 24.837 euros de su empresa en Córdoba

La acusada, una auxiliar administrativa, pedía a los clientes que abonaran las facturas en su propia cuenta bancaria

El delito fue descubierto durante una baja por maternidad, cuando fue sustituida en su puesto por otra persona

Edificio de la Ciudad de la Justicia en Córdoba.

Edificio de la Ciudad de la Justicia en Córdoba. / A. J. GONZÁLEZ

Pilar Cobos

Pilar Cobos

La sección tercera de la Audiencia provincial de Córdoba ha condenado a un año de prisión a una auxiliar administrativo que ha confesado que se apropió de 24.837 euros de la empresa para la que trabajaba, solicitando a los clientes que abonasen las facturas en su propia cuenta bancaria.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal reclamaba dos años y medio de prisión para la encartada por un delito continuado de apropiación indebida, pero la conformidad alcanzada antes de celebrar el juicio ha hecho posible que, finalmente, la pena de cárcel impuesta sea inferior.

De este modo, el tribunal considera probado que la acusada llevaba casi nueve años trabajando en la empresa y era responsable de gestionar la facturación, los cobros y pagos, y de atender a los clientes a través de una cuenta de correo electrónico de esta sociedad que solo utilizaba ella.

A raíz de un permiso de maternidad, fue sustituida por otra persona. Cuando nació el hijo de la procesada, otra trabajadora asumió todas las funciones y se le autorizó el acceso a las cuentas corrientes y al correo electrónico de la empresa.

Facilitaba su propia cuenta bancaria para los pagos

Fuen entonces cuando esta compañera comprobó que el ordenador de la empresa tenía "abundante documentación personal de la acusada" y que no se utilizaba el programa de contabilidad facilitado por esta mercantil. Asimismo, detectó que había facturas impagadas, pero al reclamarlas, los clientes le informaron de que ya habían sido abonadas en una cuenta bancaria que pertenecía a la acusada. En esta línea, la empresa comprobó también cómo desde la cuenta de correo electrónico que manejaba la acusada esta remitía las facturas a los clientes, indicando que se realizara el pago en su cuenta.

La sentencia apunta que la acusada ha aceptado las penas de un año de prisión (con abono del periodo que hubiera sufrido en concepto de prisión provisional) y una multa de 720 euros por un delito continuado de apropiación indebida. También señala que en esta causa concurren las atenuantes de reparación del daño y de confesión tardía, y condena a la encartada a indemnizar a la empresa en la cantidad de 24.837 euros, descontándole lo que ya ha abonado.