Organizado por la cátedra Unesco de Resolución de Conflictos de la UCO

Un congreso aborda en Córdoba los retos futuros del uso sostenible del agua

Expertos de todo el país abordan el conflicto de los recursos hídricos desde todos los ámbitos

Autoridades y organizadores, en la sesión inagural del congreso.

Autoridades y organizadores, en la sesión inagural del congreso. / A.J. GONZÁLEZ

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

El gran reto que tiene la sociedad actual con el agua es el de lograr que se convierta en un recurso sostenible, desde el punto de vista medioambiental, social y económico. Esa es la premisa fundamental sobre la que gira el congreso que empieza este lunes y que se prolongará hasta el miércoles en el antiguo rectorado.

Los organizadores del mismo, por medio de la Cátedra Unesco de Resolución de Conflictos de la Universidad de Córdoba, Manuel Torres y María José Polo, han indicado que el objetivo del encuentro es el de abordar un asunto de vital importancia, sin pretensiones excesivamente científicas, para que la ciudadanía conozca con qué recursos se cuenta, de qué manera se distribuye y cómo repercute su escasez en sus distintos usos.

A juicio de María José Polo, no se debe olvidar que los ciclos de sequía como el que acabamos de vivir son recurrentes y cada década (más o menos) se repiten, de modo que hay que establecer estrategias y conciencia para lograr que el uso del agua sea sostenible, pero no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también social y económico. 

De ese modo, los distintos ponentes abordarán cuestiones como la falta de lluvia, el abastecimiento sostenible, la sequía y el derecho, las coaliciones para afrontar las crisis hídricas y los modelos actuales de gestión. También se tratará el tema desde el punto de vista de los medios de comunicación y los distintos procedimientos y organismos de gestión del agua.

El modelo actual, a debate

María José Polo, en la presentación del congreso, ha puesto sobre la mesa varios aspectos sobre los que asegura que hay que poner el foco, como el modelo económico actual, centrado en la disponibilidad del agua, en el hecho de que se consume muchísimo recurso, pues aunque se tiene más capacidad de control sobre el agua disponible, el consumo ha subido exponencialmente, por lo que el sistema se ha vuelto mucho más vulnerable para momentos de escasez. Por ello, el reto debe ser conseguir, en primer lugar, concienciación sobre las limitaciones de recurso que existen y a partir de ahí, planificar e invertir de manera que se garantice la sostenibilidad del sistema, pero valorando el coste real de esa garantía para que se entienda mejor el precio que hay que pagar por ello. No dejó pasar tampoco la experta el hecho de que en algunos aspectos también habría que revisar el modelo agrícola que se está imponiendo, sobre todo, pensando en las necesidades futuras, para lo que la diversificación de cultivos es una de las propuestas. 

En cuanto a los trasvases como medida de equilibrio entre zonas excedentarias y deficitarias, Polo insistió en la viabilidad de la inversión, tanto económica como medioambientalmente. Aspecto en el que también hace hincapié una de las ponentes, María Luisa Moreno, jefa del área de Hidrología y Embalses de la Confederación Hidrográfica del Ebro, quien ha señalado para CÓRDOBA que a la hora de planificar un trasvase hay que «cuantificar muy bien, con datos reales, de coste y beneficios». Lo importante, de cara a hacer mucho más eficiente el recursos, a juicio de Moreno es «la gestión basada en los datos. No se trata de hacer estimaciones de cuánta agua se necesita, sino manejar datos reales para hacer promedios reales, porque una vez analizados dichos costes y beneficios, se diseña la obra, porque técnicamente todo es posible».