Actividad cinegética

Aumenta de forma «notable» el número de menores con permiso de armas en Córdoba

Córdoba tiene 46.000 licencias para la caza y unos 200 adolescentes disponen de autorización para practicarla

Aumenta el número de menores con permiso de armas

Víctor Castro

Pilar Cobos

Pilar Cobos

La Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba ha detectado «un aumento notable con respecto a años anteriores» del número de menores de edad que tienen permiso para cazar, acompañados de adultos, en la provincia. En la actualidad, unos 200 adolescentes (personas de entre 14 y 18 años de edad) cuentan con una autorización especial de uso de armas (AEM) para la práctica cinegética, aunque deben desarrollarla junto al titular de la licencia del arma con la que vayan a cazar.

El servicio de Intervención de Armas señala que Córdoba tiene más de 47.000 licencias o autorizaciones de armas (en los últimos años, ha ido descendiendo el número) y en torno a 46.000 han sido expedidas para la caza. Dentro de esta actividad, una tercera parte son licencias tipo D, para la caza mayor (los rifles son los más utilizados en este caso), y la mayoría son tipo E, por tanto, solicitadas para el ejercicio de la caza menor (escopetas).

En cuanto a otros usos de armas autorizados en la provincia, también cabe citar que más de 400 permisos están relacionados con el tiro olímpico y en torno a 130, con el coleccionismo.

Este servicio de la Guardia Civil explica que «por motivos de seguridad, no se pueden facilitar datos exactos del número de licencias en vigor tipo B», que son aquellas que autorizan la tenencia de armas cortas, pistolas o revólveres. Según subraya, este es el permiso con condiciones más restrictivas para su concesión y solo se informa de manera favorable «en aquellos casos donde concurre un riesgo real y la existencia de necesidad cierta de disponer de un arma corta para garantizar la seguridad del solicitante, y siempre singularizado en la persona que interesa la posesión de la misma». No obstante, matiza que no es suficiente, por sí sola, la razón de defensa de personas o bienes. También añade que «tanto las nuevas solicitudes como las renovaciones de este tipo de licencias han disminuido en los últimos años», y explica que esta evolución podría encontrarse relacionada con las restricciones que hay en la concesión de este tipo de licencias.

La demanda de pistolas y revólveres ha bajado en los últimos años.

La demanda de pistolas y revólveres ha bajado en los últimos años. / Víctor Castro

Por último, hay que destacar que más de 300 personas tienen la licencia tipo C en Córdoba, que ampara el uso que realizan los profesionales de la seguridad privada. De este número, alrededor de un 72% trabaja habitualmente con armas de fuego y el resto debe depositar la licencia en las intervenciones de armas, ya que «solo ampara el uso del arma durante el tiempo de servicio, quedando supeditada al mismo», explican desde la Comandancia.

La demanda de licencias para pistolas y revólveres baja en los últimos años

Intervención

La Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil, que este año celebra su 35 aniversario, tiene entre sus cometidos fundamentales la intervención en la fabricación y reparación de las armas; el control de su circulación, almacenamiento o uso; la prevención y la lucha contra el tráfico ilegal de estos materiales; el control de las actividades relacionadas con los explosivos, la cartuchería y la pirotecnia, y la denuncia de cualquier acción que haga peligrar la seguridad ciudadana. En Córdoba, junto al servicio que se presta en la capital, hay intervenciones en Peñarroya-Pueblonuevo, PozoblancoMontilla y Lucena.

3.000 armas de fuego

La Guardia Civil recuerda que las armas deben ser depositadas cuando vencen las licencias (si no se solicita renovación o esta se deniega) o cuando son revocadas. En caso contrario, se podría estar cometiendo una infracción grave de la ley. En Córdoba, la mayoría de las intervenidas son armas blancas, armas simuladas u objetos peligrosos, que son depositadas tras la denuncia de su tenencia por infracción administrativa. Desde la Comandancia explican que no se contabiliza su número porque una vez recibidas, se destruyen.

Un agente en el servicio de Intervención de Armas de la Guardia Civil.

Un agente en el servicio de Intervención de Armas de la Guardia Civil. / Víctor Castro

Además de estas, a día de hoy se encuentran depositadas unas 3.000 armas de fuego, la mayoría, escopetas y rifles. En el 38% de los casos, su titular ha perdido la licencia o ha fallecido, mientras que un 37% se ha intervenido por la implicación de la persona en una infracción penal o administrativa. El porcentaje restante son armas intervenidas en otras situaciones como, por ejemplo, los hallazgos casuales en operaciones.

Por razones de seguridad, la Guardia Civil no facilita el dato de armas cortas detectadas, pero sí explica que la mayoría se incauta en registros domiciliarios relacionados con la comisión de delitos. También ha intervenido armas de fuego antiguas, la mayoría robadas, y ha hallado armas de guerra más modernas «procedentes de terceros países». Desde la Comandancia matizan que «en la mayoría de los casos, las armas cortas intervenidas son simuladas o transformadas, armas que únicamente permitirían disparar pequeños calibres».

En la actualidad, la Guardia Civil tiene unas 3.000 armas de fuego intervenidas o depositadas

En algunas ocasiones, las armas pueden ser recuperadas por sus titulares, pero cuando no es así se destruyen, ya que, desde la reforma del Reglamento de Armas de 2020, han dejado de subastarse en las comandancias.

La Guardia Civil explica que, con todo, la principal actividad de las intervenciones de armas es la revisión de las licencias y autorizaciones en vigor. De este modo, el año pasado tramitó en Córdoba 8.900 expedientes y más de 7.000 estuvieron relacionados con la revisión de permisos (que, con carácter general, se renuevan cada cinco años). El resto fueron motivados por solicitudes de licencia (de las que fueron aprobadas un 97%) y otros trámites.

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