Patrimonio
El Cabildo mantendrá abierta al público la macsura de la Mezquita-Catedral durante las obras
El equipo de restauradores que dirige el arquitecto Gabriel Rebollo trabaja actualmente en el exterior de las cubiertas, que es de principios de siglo XX
Han encontrado en estado aceptable el interior de las bóvedas y un encadenado de madera de época de Alhakén II que servía para contrarrestar los empujes de la cúpula
El Cabildo de Córdoba quiere mantener abierta al público la macsura de la Mezquita-Catedral durante las obras que acometerá en su interior una vez finalice la actuación en las cubiertas exteriores. Actualmente, el equipo de restauradores que dirige el arquitecto Gabriel Rebollo trabaja en la restauración y adecentamiento del exterior de las tres bóvedas, de principios del siglo XX, después de una década de estudios y trabajos previos. La actuación prevé que "los visitantes no solamente continúen viendo las distintas partes de las tres cúpulas interiores, sino también si es posible puedan ver algo de la restauración, eso nos lo dirán los propios técnicos", ha explicado el deán-presidente del Cabildo, Joaquín Alberto Nieva, durante una visita este martes a las cubiertas del monumento Patrimonio de la Humanidad. "Es un proyecto prioritario para nosotros --ha añadido-- y no vamos a escatimar ningún esfuerzo económico para que se lleve a cabo y se realice con toda la calidad que requiere esta intervención".
Para la restauración de estas tres cubiertas de la cúpula de la macsura de la Mezquita-Catedral se han empezado a retirar las tejas que cubrían la bóveda desde la actuación de principios del siglo XX del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco. Durante esta intervención, el equipo de conservadores del Cabildo se ha llevado "la buena noticia", en palabras del propio Rebollo, de que las bóvedas de ladrillo sobre las que apoyaban las tejas están en un estado aceptable de conservación, lo que permitirá acortar los plazos de ejecución del proyecto, una vez reparadas y reforzadas, manteniendo la misma silueta del edificio.
Además, los arquitectos han localizado una estructura que es un encadenado de madera a modo de cinturón, datada en la época de Alhakén II (siglo X), que estaban tapadas con las bóvedas y que sirve para contrarrestar los empujes de la cúpula. "Se han hecho los trabajos previos de montar los andamios, que ha sido un gran esfuerzo de todo tipo y también económico, ha sido 130.000 euros aproximadamente, y ya hemos empezado a desmontar las tejas de la cubierta. Cuando esté acabado y no haya riesgos de humedades ni de goteras pasaremos a restaurar la parte de abajo. Hemos descubierto las bovedas de ladrillo sobre las que apoyaban las tejas, hemos confirmado casi todas las hipótesis que teníamos en el momento de la redacción del proyecto con algunas pequeñas novedades y la obra se están haciendo con el rigor y responsabilidad al estar actuando, seguramente, en el elemento más valioso de la Mezquita-Catedral de Córdoba".
Obras en el interior
Respecto al interior de la macsura, Rebollo ha explicado que se encuentran "en un buen estado estructural y sin apenas deterioros". "Nos encontramos con un laboratorio a escala natural --ha añadido-- que es el propio edificio. Cuando después de mil años con terremotos y problemas de todo tipo se ha portado bien, ha demostrado que está bien construido. Sí se hará, bajo la dirección de Anabel Barrena, toda una restauración de la decoración que va desde los mosaicos hasta las zonas pintadas y el pavimento. Una restauración integral".
La previsión es concluir esta primera fase de la actuación en el exterior de las cubiertas dentro de un año o año y medio, y servirá además para poner en valor las celosías. Aunque inicialmente se planteó quitar y guardar estas celosías (de época visigoda y algunas del siglo XVIII), finalmente se van a retirar, se restaurarán y se volverán a colocar en su sitio original. Para evitar que queden a la intemperie se van a cubrir con un cristal de metacrilato, por lo que, una vez terminada esta actuación, entrará de nuevo la luz natural a través de la macsura.
Permitir las visitas
Para permitir que los visitantes puedan disfrutar de la macsura, la obra del interior de las bóvedas no se hará de forma simultánea, sino que se acometerá de una en una. De este modo, siempre habrá dos de las tres bóvedas abiertas al público de la Mezquita-Catedral, al menos esa es la intención del arquitecto que no descarta incluso que puedan verse en directo los trabajos de restauración.
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