Reportaje

Dormir en el monasterio

Una quincena de conventos tiene servicios de hospedería dirigidos a diferentes perfiles de huéspedes

Se trata de edificios emblemáticos donde se puede disfrutar del retiro y la tranquilidad, o compartir actividades religiosas

Pilar Cobos

Pilar Cobos

En tiempos de conceptos de moda como el de turismo MICE (reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones) o el de turismo gastronómico, los viajes de retiro y espiritualidad continúan teniendo demanda. Varias órdenes religiosas sostienen que las hospederías de monasterios y conventos son servicios solicitados por jóvenes, familias, colectivos y religiosos. En líneas generales, no se trata de alojamientos turísticos al uso, pero ofrecen diferentes atractivos como la tranquilidad del lugar, la posibilidad de dormir en espacios emblemáticos y la oportunidad de compartir actividades con comunidades religiosas. Como contraprestación, la hospedería ayuda a mantener los monasterios y conventos.

Según recoge la revista oficial Iglesia en Córdoba, esta diócesis tiene alrededor de una quincena de conventos con servicio de alojamiento. Uno de ellos es el monasterio de Santa Cruz, ubicado en el barrio de San Pedro de la capital, donde las monjas clarisas desarrollan esta actividad desde hace una década aproximadamente. En sus tres apartamentos, que disponen de sala de estar, dormitorio y cuarto de baño, se alojan familias y amigos, pero también los propios familiares de las Hermanas Pobres de Santa Clara cuando se encuentran de visita, por lo que, según explican, reciben a huéspedes «según nuestra capacidad». Su principal objetivo es ofrecer un espacio para el retiro espiritual, aunque algunas personas también solicitan el servicio con otros fines. Los huéspedes pueden participar en algunos momentos de la vida del monasterio como la eucaristía.

La hospedería de las clarisas, en el corazón de Córdoba.

La hospedería de las clarisas, en el corazón de Córdoba. / A.J. GONZÁLEZ

En cuanto al precio de la hospedería, las clarisas admiten que «nuestro deseo es decir la voluntad, pero hay personas que no dan nada y esto supone un gasto», por lo que ahora los huéspedes dejan unos 25 euros por persona y noche.

También en Córdoba, pero a cierta distancia del núcleo urbano, se encuentra en Las Ermitas la casa de oración de los carmelitas descalzos. Desde la comunidad de carmelitas descalzos seglar recuerdan que el Desierto de Nuestra Señora de Belén tiene 13 ermitas y una iglesia, y aneja a este templo se ubica la casa de oración. Las instalaciones cuentan con oratorio, comedor, zona común, sala de formación, dos habitaciones dobles y 12 individuales. Las fuentes consultadas señalan que suelen recibir a «grupos de distintos carismas de la Iglesia. Nos adaptamos a ellos. Algunos son más silenciosos y otros son más dinámicos. Se trata de que ellos tengan la experiencia que Dios quiera regalarles», subrayan.

En esta casa reciben a internos de la prisión que comparten el día y almuerzan con la comunidad. Asimismo, acuden familias y jóvenes, ya que disponen de un albergue, el antiguo noviciado. Sobre el precio del alojamiento, explican que en ocasiones reciben donativos, otras veces no perciben nada, cuando se trata de jóvenes «es muy poco» y si los huéspedes son adultos puede rondar los 55 euros con pensión completa.

Rezando laudes en la casa de convivencia San José de Cabra. | CÓRDOBA

Rezando laudes en la casa de convivencia San José de Cabra. / CÓRDOBA

Hornachuelos

En el monasterio de monjes cistercienses de Santa María de las Escalonias, en Hornachuelos, José Antonio Rabaneda, a quien todo el mundo conoce como padre Pepe, comenta que la finalidad de su hospedería es acoger a hombres y mujeres «que quieran estar unos días en el monasterio buscando el silencio, la oración y el retiro». La estancia mínima es de dos días y la máxima, de una semana, y afirma que en ocasiones tienen «bastante demanda». Disponen de 11 habitaciones con dos camas y perciben 45 euros por persona y noche. El servicio incluye la comida. José Antonio Rabaneda recuerda que acogen a personas desde la fundación del monasterio, en 1986, pero la actividad de hospedería actual comenzó hace 22 años. Están abiertos a grupos y familias con el requisito de mantener el ambiente de retiro.

Cabra

Otra opción de hospedería dentro de la Diócesis de Córdoba es la que plantea la casa de convivencia San José en la localidad de Cabra. Su responsable, Juan Rojas, explica que 17 hermanos (cuatro matrimonios y mujeres célibes) de la institución diocesana Camino Neocatecumenal conviven en ella, la cuidan y sirven a los huéspedes.

José Antonio Rabaneda, el padre Pepe, en Santa María de las Escalonias.

José Antonio Rabaneda, el padre Pepe, en Santa María de las Escalonias. / CÓRDOBA

Se trata de un edificio grande, que alberga unas 70 habitaciones dobles, cuádruples e individuales, algunas adaptadas para personas con movilidad reducida. Acerca de su historia, recuerda que «el cura don José la tuvo para ayudar a los jóvenes, la cedió al Obispado y este nos la ha cedido a nosotros».

Juan Rojas afirma que esta casa «suele llenarse» y hay fines de semana en los que se reúnen hasta 180 personas, incluidos los hermanos. En ella se realizan, además de convivencias, otras actividades como charlas y conferencias. El precio del alojamiento es de 53,50 euros por persona, con pensión completa. Sus huéspedes pueden ser jóvenes, familias, monjas, presbíteros o el propio obispo, Demetrio Fernández, en retiros con sacerdotes de la zona.

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