Las universidades relanzan la educación superior en los barrios desfavorecidos de Córdoba

Uno de los retos de la comunidad educativa es conseguir que los jóvenes de los barrios más desfavorecidos logren el acceso a la educación superior, la universitaria. Especialmente grave es el caso de Palmeras. Para cambiar la situación en esta barriada desfavorecida trabajan desde hace tiempo las dos instituciones académicas con presencia en la ciudad: la Universidad de Córdoba y la Universidad Loyola Andalucía.

El programa de promoción educativa para favorecer la incorporación y promoción académica del alumnado del barrio de Las Palmeras en la Universidad de Córdoba ha cumplido ya su séptima edición. Este año se ha incrementando a 13 el número de becas concedidas a estudiantes de esta barriada cordobesa para su incorporación, permanencia y promoción académica.

Palmeras y Moreras, ante el reto de un nuevo modelo escolar

Con el apoyo de la Fundación La Caixa, a través del programa de Proyectos Sociales Andalucía 2023 y la colaboración de la Fundación Universitaria para el Desarrollo de la Provincia de Córdoba (Fundecor), la UCO busca intensificar la implicación de los estudiantes de esta barriada cordobesa en las enseñanzas universitarias. La iniciativa se enfoca en evitar el absentismo escolar, reducir el nivel de fracaso y el abandono escolar, facilitar el acceso a la Universidad, promover el éxito académico y garantizar la obtención de titulaciones de grado.

Este año, gracias a un incremento en la ayuda económica proporcionada por la UCO, se ampliará el número de estudiantes beneficiarios del programa. Como parte de la estrategia para alcanzar los objetivos, se han creado grupos educativos compuestos por 13 estudiantes universitarios voluntarios y los 13 estudiantes becados de Palmeras. Cada voluntario ofrecerá acompañamiento y motivación a dos alumnos becados, fomentando su continuidad y éxito en los estudios. Además, se asigna una ayuda económica a las familias de los estudiantes becados para cubrir necesidades básicas, complementada con la entrega de ordenadores y el desarrollo de competencias lingüísticas mediante un curso de 60 horas de inglés a través de Ucoidiomas.

Loyola

Por su parte, la Universidad Loyola lleva también siete años trabajando en el barrio apoyando el plan integral. Como explica Antonio Sianes, director del Instituto de Investigación en Políticas para la Transformación Social de la Universidad Loyola, «lo que hacemos es lo que tiene que ver con la labor universitaria: investigar y formar».

Las actividades de Loyola han servido, entre otras cosas, para formar a un grupo de jóvenes que se encargan de la comunicación en redes sociales de todo tipo de actividades en el barrio, como la verbena, la cabalgata de Reyes o La Milla de Palmeras. Ahora, apunta Sianes, el objetivo se centra en conseguir recursos para poner en marcha la cocina comunitaria del barrio, que se encuentra totalmente equipada pero que necesita financiación pública o privada para su puesta en marcha.

¿Se han conseguido resultados? Sianes cree que sí, sobre todo porque ahora «el barrio está más unido que hace años, se reconoce en el plan integral y está comprometido». La parte negativa, cree el experto, es el anunciado cierre de dos colegios, que «ha caído como un jarro de agua fría».

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