Trasplante del árbol
"Hemos hecho todo lo posible por salvar el olmo del Marrubial, ahora queda en manos de la naturaleza"
El ingeniero agrónomo Manuel Jurado, que ha dirigido la operación de trasplante de este ejemplar centenario, explica que su supervivencia depende sobre todo del propio vigor del árbol
Manuel Jurado es el ingeniero agrónomo que ha dirigido, junto a técnicos de la Delegación de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba, las labores para trasplantar el olmo del Marrubial a una nueva ubicación en el parque de Los Teletubbies. Jurado confirma que se ha tratado de una operación “muy delicada” sobre todo por los años que tiene este ejemplar de olmo, pero que era imprescindible si se quería salvar ya que su ubicación original se verá afectada en breve por las obras de remodelación de la ronda. Se estiman que son unos 105 años los que tiene este árbol, aunque Jurado solo cuenta con una prueba gráfica (una hortofotografía) del ejemplar “ya joven” en 1950. Se desconoce cómo llegó a plantarse junto al antiguo cuartel de Lepanto.
Más años, mayor dificultad
La complejidad de la operación que hoy ha culminado es directamente proporcional a la madurez del árbol, ya que se multiplican exponencialmente las posibilidades de éxito si el ejemplar, como le ocurriría a cualquier ser vivo, está en su fase juvenil, lo que evidentemente no es el caso. Es decir, a más años menos posibilidades de sobrevivir al trasplante. “Si fuera más joven tendría más oportunidades”, reconoce el ingeniero agrónomo para quien en cualquier caso, desde su punto de vista ha merecido la pena esta operación. “Nosotros hemos hecho todo lo posible pero ahora ya es cuestión de la propia naturaleza, de que arraigue y de la vigorosidad del árbol, que por su edad no tiene mucha siendo realista”, apunta.
Factores climáticos
El olmo del Marrubial no solo depende de sí mismo para arraigar, ya que hay otros factores como el clima que pueden ir en su contra. Por ejemplo que suban demasiado las temperaturas las próximas semanas. Además, la brotación es inminente, lo que tampoco corre a su favor. Infraestructuras, la delegación que dirige Miguel Ruiz Madruga, regará con abundancia el árbol estos primeros días después del trasplante y además le instalará un sistema de riego por goteo permanente y unos tutores para apuntalarlo. “Tiene una cabellera radicular de raíces que absorben las aguas y los nutrientes y a medida que pasen los días le irán saliendo las llamadas raíces de sustento”, explica.
Sobrevivir a la grafiosis y a la galeruca
“En cualquier caso todo dependerá de la biología del árbol”, redunda Jurado que se muestra prudente ante las expectativas generadas con esta operación. El olmo es una especie delicada que puede enfrentarse a lo largo de su vida a dos enfermedades letales la grafiosis ( una pandemia que entró en España a mediados de la década de los 30 y se repitió en los 70, y cuyo patógeno responsable es el hongo vascular Ophiostoma ulmi) y la galeruca del olmo (un coleóptero perteneciente a la familia Chrysomelidae que se alimenta tanto en estado larvario como adulto de hojas de olmo). Ninguna de ellas ha podido con este ejemplar que pesa alrededor de 7,5 toneladas.
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