Fallece Maribel Gutiérrez, arqueóloga del yacimiento de Medina Azahara

Este viernes ha fallecido, de manera inesperada, Maribel Gutiérrez, arqueóloga del yacimiento de Medina Azahara en Córdoba. Sus compañeros en este trabajo, con un contacto directo y diario con ella, indican, en una nota, que se trataba de una persona con una "extraordinaria valía humana y profesional".

En este sentido, Maribel Gutiérrez ha dejado una gran impronta en la arqueología moderna de Córdoba, con una aportación "muy importante" en este sector. Además, expresan sus compañeros, este trabajo ha merecido un "reconocimiento unánime" que, junto con su "generosidad", han levantado siempre "el aprecio" de todos sus compañeros y amigos.

Contribución "de gran importancia"

Además, la contribución de Maribel Gutiérrez dentro de los trabajos en el yacimiento de Medina Azahara ha sido "de gran importancia". Entre otros hitos, ha ayudado a proseguir los trabajos de recuperación del Salón Rico, en los que se encontraba inmersa en estos momentos, y en los que su aportación se ha mostrado precisa y rigurosa. Asumió el reto de incorporarse a una obra de décadas y muy compleja, que necesitaba de "la inteligencia, la minuciosidad y el rigor, la dedicación y la entrega que ella prestaba a todos sus proyectos así como de su gran compromiso personal a pesar de las dificultades que se iban presentando", aseguran sus compañeros en este trabajo.

Pero Medina Azahara se ha beneficiado también de la riqueza y amplitud de su visión patrimonial que integraba la difusión y la didáctica como elementos inseparables del conocimiento. Detrás de muchas de las actividades del sitio arqueológico, y de otras instituciones de Córdoba y de la geografía nacional, se encontraban ella y su equipo, "porque sabía aunar a la perfección el conocimiento histórico con un talento inusual y una energía desbordante para hacerlo atractivo a la ciudadanía". A través de innumerables actividades repletas de ingenio y de originalidad, Maribel Gutiérrez "ha ayudado a definir qué teníamos que contar y cómo hacerlo", lo que añade más importancia si cabe a su legado.

En esta tarea en la que el trabajo se entremezcla con la pasión y el placer, Maribel ha estado siempre acompañada por Jesús, su marido, con el que formaba un tándem perfecto y al que ella siempre ha tenido tan presente casi como una extensión de sí misma.

Sus compañeros de Medina Azahara lamentan su muerte y la pérdida de "una gran compañera y amiga, en el sentido más estricto de la palabra. Una persona con luz propia, limpia, transparente y honesta".

Por ello, expresan en este obituario su "profunda admiración y gratitud, así como el enorme dolor que nos deja tu pérdida y el gran vacío en el que retumba un silencio ensordecedor". Su profesionalidad y humildad son "ejemplo a seguir" y un "legado de humanidad que siempre recordaremos en tu sonrisa", finalizan en su nota de despedida.