Ramón Díaz-Castellanos será el nuevo gerente de Sadeco

Ramón Díaz-Castellanos será el nuevo gerente de la empresa municipal de limpieza, Sadeco. La junta de gobierno local, en sesión extraordinaria celebrada hoy, le ha atribuido al menos de manera temporal esta responsabilidad al que es actualmente coordinador general del Ayuntamiento de Córdoba y mano derecha del alcalde, José María Bellido. El nombramiento se produce después de que el hasta ahora gerente de la empresa municipal, Francisco Ruiz, anunciara hace unos días su renuncia al cargo por motivos profesionales.

Dimite Francisco Ruiz, gerente de Sadeco

Ramón Díaz-Castellanos es licenciado en Administración y Dirección de Empresas, Empresariales por la Universidad Loyola, además de licenciado en Investigación, Técnicas de Mercado y Marketing. Tiene un Master en Asesoría y Consultoría Fiscal, Ámbito Fiscal y Contable y ha cursado un programa de alta dirección de empresa en el IE Bussines School. Después de trabajar unos años como asesor fiscal en la empresa privada, Díaz-Castellanos llegó al Ayuntamiento de Córdoba en el mandato 2011-2015. Entonces ejerció de coordinador general de Hacienda cuando era delegado de este área el hoy alcalde de la ciudad, José María Bellido.

Presidente de Emacsa

Cuando Bellido fue investido alcalde en 2019, Ramón Díaz-Castellanos le confió la presidencia de Emacsa, una empresa que había estado en manos habitualmente de los alcaldes. Ocupó este cargo hasta las elecciones de mayo del 2023. En el mandato actual, donde los populares gobiernan con mayoría absoluta, ejerce de coordinador general del Ayuntamiento por lo que es responsable de la organización, gestión y control de todas las actividades impuestas por la Presidencia del Ayuntamiento; así como el establecimiento de acciones y procesos comunes tanto en los organismos autónomos como en las empresas municipales.

Ramón Díaz-Castellanos se sitúa al frente de Sadeco en un momento clave de la empresa municipal. Por un lado, tiene por delante la adaptación a la nueva situación derivada del nuevo impuesto de vertederos, que por primera vez se repercutirá en la ciudadanía con una subida aparejada de las tasas de basura un 35%; y por otro lado, la convocatoria pendiente de 200 plazas de empleo que se anunciaron en el mandato anterior, entre otros retos.