atención primaria

Urbanismo autoriza al SAS la instalación de módulos en El Higuerón para atención sanitaria mientras duren las obras del ambulatorio

La GMU permite la ocupación temporal, por un máximo de 12 meses, de un espacio municipal al lado del centro cívico

Centro de salud de El Higuerón antes del inicio de las obras.

Centro de salud de El Higuerón antes del inicio de las obras. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Noelia Santos

Noelia Santos

La Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Córdoba ha autorizado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) la ocupación de un espacio en la barriada de El Higuerón para instalar módulos prefabricados para prestar asistencia sanitaria. Así se extrae de un decreto firmado por el gerente de Urbanismo este martes donde se autoriza la instalación de unos módulos donde el SAS pueda prestar servicio mientras el centro de salud de la barriada se encuentra en obras y, por lo tanto, sin posibilidad de prestar dicha asistencia.

Según el informe realizado por el Servicio de Patrimonio y Contratación de Urbanismo, ha sido el propio director gerente de los Distritos Sanitarios Córdoba y Guadalquivir quien ha solicitado el permiso para instalar un conjunto modular provisional para la prestación de asistencia sanitaria temporal mientras se ejecutan las obras de reparación que actualmente se están llevando a cabo en el edificio y por un plazo de 12 meses aproximadamente.

En este caso, el permiso que se da al SAS se otorga por un año como máximo o menos si la actividad sanitaria vuelve a su lugar habitual, el ambulatorio que se localizaba en el centro cívico Rafael Villar de El Higuerón.

Según el documento, el SAS pretende instalar estos módulos a lo largo de esta misma semana y se colocarán en la plaza trasera tras el edificio del centro cívico y del consultorio local, situado en la avenida Principal de esta barriada periférica.

Quejas vecinales

Las obras en el edificio donde se ubica el centro de salud empezaron a finales de agosto y, a partir de ese momento, los vecinos de la barriada se quedaron sin centro salud en el barrio. Esto provocó numerosas protestas tanto vecinales, como de grupos políticos. Sobre la mesa se pusieron algunas soluciones, como habilitar un local en el barrio para evitar algo que lleva ocurriendo todos estos meses: que los residentes se tengan que desplazar a otras zonas de la ciudad para poder ir al médico. Sin embargo, en un primer momento se rechazó por parte de la Delegación de Salud rehabilitar un local, ya que la adaptación iba a costar una cantidad que se entendía alta para un espacio con un funcionamiento que iba a ser temporal.

Durante estos meses, las concentraciones y quejas vecinales se han repetido. Los residentes denunciaban que mayores y personas con discapacidad se tuvieron que desplazar hasta diez kilómetros para poder tener atención primaria, criticaban que el transporte público para estos traslados tampoco es el mejor y ponían sobre la mesa la pérdida de tiempo y en ocasiones de dinero que esto podría suponer para sus bolsillos. Lo que sí anunció Salud era la instalación de una unidad móvil en el barrio para poder atender a esas personas que tenían más complicados los desplazamientos, algo que se entiende ya no hará falta con la instalación de los módulos avalada por Urbanismo.

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