El triunfo de San Rafael del Alpargate será restaurado o replicado de forma exacta

El triunfo de San Rafael ubicado en la plaza del Alpargate y destrozado por la borrasca Bernard la noche del pasado domingo se intentará restaurar, y en el caso de que los daños sean irreparables y no quepa su rehabilitación se hará una réplica exacta del monumento, según ha señalado este lunes el alcalde de Córdoba José María Bellido. 

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Desde 2010, tanto este Triunfo de San Rafael como el resto de esculturas de este tipo que salpican la ciudad están protegida como Bien de Interés Cultural (BIC). Según ha explicado el primer edil, esta misma mañana se procederá a retirar los restos de esta escultura, que data del siglo XVIII, aunque lleva en esa plaza desde la década de los 80. En los trabajos intervendrán los responsables de Gerencia Municipal de Urnanismo relacionados con protección del patrimonio, encabezados por Juan Murillo jefe de arqueología.

Este pequeño Triunfo de San Rafael, procedente del antiguo Estadio Municipal El Arcángel, lucía junto a la fuente que adorna la plaza, en la que se sitúa la iglesia de de los Padres de Gracia.

Grabado en vídeo el momento exacto de la caída

Un vídeo que rápidamente se propagó de móvil a móvil por toda la ciudad recogió la noche del domingo la caída de un árbol sobre el triunfo de San Rafael del Alpargate.

Un vídeo recoge el momento exacto en que el temporal destroza el San Rafael del Alpargate

 De autor anónimo, este conjunto escultórico ubicado en la plaza de Cristo de Gracia es de 1976, mientras que la imagen de San Rafael es del siglo XVIII. Sobre un sencillo pedestal se eleva un alto basamento cuadrangular decorado con las marcas de sogas y tizones de sillares y con una moldura redondeada que lo rodea; una ancha cornisa da paso a un segundo cuerpo más estrecho, también cuadrangular, y rematado por una pequeña cornisa que da paso a la efigie. Ésta, en mármol blanco, apoyada en un pedestal octogonal de perfiles curvos, presenta un movimiento hacia delante, con la pierna derecha retrasada en actitud de caminar, mientras que con la mano derecha recoge la punta del manto para llevársela al pecho (con gran movimiento de telas); con la mano izquierda sujeta la cartela del Juramento, que es una rocalla. Se observa preciosismo en los detalles de las plumas de las alas y en los flecos de la túnica.