¿Sabes lo que es un zurito de cerveza y por qué tiene 'sabor' a Córdoba?

¿Eres de los que les gusta la cerveza? ¿Sabes lo que es un zurito? ¿Conoces por qué tiene sabor a Córdoba? Pues seas más o menos aficionado a la rubia, lo que te puede gustar es el curioso origen de esta medida cervecera, la más pequeña que se puede pedir en el País Vasco, aunque también es popular en Navarra, La Rioja y Aragón, y que viene a equivaler a un chato o un pote de vino.

El zurito de cerveza surgió en los años 60 en San Sebastián, en el seno de una cuadrilla de amigos. Amantes de las tradiciones, salían cada tarde de txikitos de vino por los bares de la ciudad. Eran unos 20 y cada uno tenía que invitar en cada uno de los otros en los locales que visitaban. Así, las rondas y las noches se prolongaban con no poca fiesta entre los amigos.

Del “mini de cerveza” al zurito

Pero uno de ellos, Carlos Pérez Garrido, más conocido como Txarli, se cansó del vino peleón que les servían y empezó a pedir cerveza. Le ponían una caña, pero como los amigos se tomaban el txikito de dos sorbos, él siempre se dejaba media cerveza en las barras, sin poder seguir el ritmo del resto de la cuadrilla.

Visto que no le compensaba y que otros miembros de la cuadrilla también se animaron a dejar de lado el vino, empezaron a pedir que les sirvieran “minis de cerveza”. La idea no era bien acogida en todos los bares, hasta que un amigo de Txarli, Patxi Alkorta, del bar Irutxulo, comenzó a servirlos y popularizarlos.

Entre mini y mini de cerveza, Txarli y Patxi decidieron que había que bautizarlo y como ambos, y gran parte de la cuadrilla, pertenecían a la peña taurina Zurito, acordaron que lo mejor era nombrar la nueva medida cervecera con el apodo de su titular.

Con sabor taurino y cordobés

¿Pero por qué el sabor cordobés? Porque la peña no era otra que la de los seguidores del espada cordobés Gabriel de la Haba Zurito, perteneciente a la dinastía que fundara su abuelo, Manuel de la Haba, un picador de tronío, consumado caballista y con arte de sobra para echar el palo.

Gabriel de la Haba Zurito, nacido en el barrio de Santa Marina de Córdoba en 1945, se convirtió en 1963 en dueño y señor del escalafón de novilleros con picadores, quedando líder nada menos que con 85 actuaciones. En 1964 tomó la alternativa en Valencia con un sonoro triunfo. Esa plaza, como las de Madrid, Sevilla, Zaragoza, Bilbao y Barcelona fueron algunos de los escenarios de sus éxitos a lo largo de su carrera, gracias a su honradez, su magnífica mano izquierda y su contundencia a la hora de interpretar la suerte suprema. Así, los aficionados que lo seguían se repartieron por todo el país. Como los miembros de esta peña de San Sebastián en la que, de una curiosa manera, nació el nombre de una medida cervecera con sabor taurino y cordobés que hoy es común y de consumo habitual en parte de España.