REPORTAJE

Accidente en el Open Arena: el instinto de salvar una vida en segundos

La rápida actuación y una correcta reanimación cardiopulmonar evitaron el ahogamiento de un niño en la piscina

El héroe accidental fue el policía Víctor José Bracero, que en ese momento no se encontraba de servicio

Víctor José Bracero, el policía que se convirtió en héroe accidental en el accidente de la piscina.

Víctor José Bracero, el policía que se convirtió en héroe accidental en el accidente de la piscina. / FRANCISCO GONZÁLEZ

"Todo ocurrió en cuestión de segundos, el niño estaba boca arriba y, de pronto, estaba siendo sacado de la piscina y recibiendo la reanimación cardiopulmonar (RCP), fue muy rápido todo", ha asegurado este jueves Diego Moreno, el socorrista que acudió ayer a asistir al menor de un año y medio que estuvo a punto de morir ahogado en la piscina del Open Arena.

El otro protagonista de esta historia con afortunado final feliz es Víctor José Bracero, un policía que trabaja en Fuente Palmera, aunque reside en Córdoba. "Yo estaba en la piscina a eso de las 18.00 horas y, de pronto, se escuchó un revuelo, mi mujer me alertó y acudí, no sabía lo que me iba a encontrar", narra el agente, que recuerda cómo "la gente se quedó paralizada, no es común una situación así. El niño estaba morado, comprobé el pulso y estaba en parada cardiaca. Tras cerca de dos minutos de RCP, no sabría decir exactamente cuánto, porque la percepción del tiempo en esos momentos se distorsiona, al niño se le infló el pecho, le puse en posición lateral y expulsó el agua. Estaba desorientado y flojito".

"La percepción del tiempo en esos momentos se distorsiona"

Cómo lo vivieron las demás personas

El héroe accidental, que en ese momento no estaba de servicio, explica que, "aunque estaba fuera de servicio, un policía lo es 24 horas y el hecho de salvar la vida del pequeño hace que mi profesión valga la pena".

Mientras que el agente trataba de reanimar al pequeño, los demás asistentes a la piscina llamaron tanto al 112 como a la Policía Local. Los bañistas fueron a pedir un desfibrilador que, afortunadamente, no fue necesario.

Diego Moreno, el socorrista de la piscina del Open Arena.

Diego Moreno, el socorrista de la piscina del Open Arena. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Bracero ha comentado que "solo apliqué los conocimientos que tenía previamente, fue una reacción natural, un instinto por salvar la vida de otra persona. Podría decirte que se debe a la experiencia, pero lo cierto es que es la primera vez que me ocurre algo así. La satisfacción es incalculable, me alegro de haber podido ayudar".

Suscríbete para seguir leyendo