ENCUENTRO DE JÓVENES CRISTIANOS

Jóvenes cordobeses en la JMJ: "Vale la pena correr el riesgo de amar"

Tres cordobeses dan testimonio de su experiencia en Portugal

La cita en Lisboa para ver al Papa ha reunido a más de dos millones y medio de personas

Fotografía grupal de jóvenes cordobeses en la JMJ Lisboa.

Fotografía grupal de jóvenes cordobeses en la JMJ Lisboa. / CÓRDOBA

Las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) terminaron el pasado domingo 6 de agosto y aún persiste en la retina de los espectadores la imagen de millones de jóvenes esperando al Papa en una gran explanada a modo de festival. Sin embargo, ¿cómo se vivió esto desde dentro? Paula Reyes, Jorge Ortega y Berta Santiago, tres jóvenes cordobeses asistentes a la JMJ, han podido disfrutar de la experiencia y vuelven con muchísimas anécdotas.

Portugal ha sido la sede de este encuentro. "Lisboa ha sido santa por una semana", explica Paula Reyes, estudiante de Comunicación en la Universidad Loyola Andalucía. "Había estado en la ciudad con anterioridad, pero esta vez se respiraba un aire diferente, se respiraba el amor de Dios allá por donde ibas". Y esta sensación no es para menos: más de un millón y medio de jóvenes católicos reunidos con el objetivo de unir su fe y esperar al papa Francisco.

Jorge Ortega, de Nueva Carteya explica que "creo que había que vivirlo sin expectativas, y dejar que el Señor nos sorprenda".

La experiencia en Lisboa

"Nunca había estado en ninguna JMJ, y tenía muchas ganas", comenta Paula, al igual que Berta Santiago, estudiante de un máster de Periodismo en RTVE quien tampoco había acudido previamente. "Dormíamos en colegios públicos, como en los gimnasios. Estábamos esterilla con esterilla, unos con otros", explica Berta. Paula Reyes, por su parte, ha comentado que, "pese a lo inolvidable de la experiencia, no ha sido muy cómoda, porque al final vas a dormir poco y en el suelo, pero merece la pena con la implicación de esas millones de personas". La organización no ha sido perfecta, "no podía serlo, más de dos millones de asistentes y cada grupo con un idioma diferente. Lisboa ha acogido muy bien a los peregrinos, pero para el lío que era todo, ha sido buena", agrega. Jorge Ortega coincide con Paula y dice que "hay que tener en cuenta la cantidad de personas que éramos. Para mí ha estado muy bien, dadas las circunstancias".

Fotografía grupal de jóvenes cordobeses en la JMJ.

Fotografía grupal de jóvenes cordobeses en la JMJ Lisboa. / CÓRDOBA

Para los cordobeses, ha resultado fundamental el encuentro con el resto de jóvenes, "ha habido mucha intensidad y multitud de momentos buenos, luego ha habido otros momentos... menos buenos que digamos. Es ahí cuando te paras, miras a tu alrededor y aprendes a ser familia, aprendes a compartir hasta cuando no tienes casi, te apoyas en los demás y aprendes a querer a quien no conocías e incluso a quien ya creías conocer", comenta la estudiante de Comunicación, que destaca que "he pasado una semana recorriéndome una ciudad con una mochila, una esterilla y un saco, y he sido totalmente feliz, ¿realmente necesitamos tantas cosas? He aprendido que los jóvenes podemos movilizarnos desde cualquier punta del mundo por nuestras creencias, sean religiosas o no, he descubierto que los jóvenes somos el futuro, y que nos importa".

Fotografía grupal de jóvenes cordobeses en la JMJ Lisboa.

Fotografía grupal de jóvenes cordobeses en la JMJ Lisboa. / CÓRDOBA

Jorge Ortega ha quedado fascinado con todas las nacionalidades asistentes a la JMJ. "Ha sido una experiencia única, es impresionante cómo puedes mantener una conversación, aunque sea con gestos, con un italiano o un francés, y que todos coincidamos en el mismo motivo para estar allí: encontrarnos a Dios y mejorar nuestra relación con Él. Cuando veo a tanta gente de tan diversos sitios del mundo orando, cada uno en su idioma, me doy cuenta de que la Iglesia es joven y que no está muerta como muchos creen", concluye.

Fotografía grupal de jóvenes cordobeses en el camino a la JMJ Lisboa.

Fotografía grupal de jóvenes cordobeses en el camino a la JMJ Lisboa. / CÓRDOBA

Esto es lo que destacan los jóvenes cordobeses de la JMJ, pero ¿cuál ha sido su motivación para ir? Para Paula Reyes, "ser católico depende de cada uno, no hay un porqué, sino un ¿por qué no? Somos jóvenes normales y corrientes que simplemente hemos decidido vivir libremente comprometidos con nuestra fe. Además, pese a ser jóvenes católicos no dejamos de ser jóvenes, actuales, tolerantes y de acuerdo con el siglo en que nos ha tocado vivir. Ah, y se puede ser cristiano y pasarlo bien escuchando reggaetón". Respondiendo así a un canal de televisión que ha criticado el encuentro juvenil que hubo en Estoril. Berta Santiago, no obstante, ha compartido que "inicialmente acudí a acompañar a mis primas. Considero que no tengo similitud con el resto de jóvenes, ya que yo vivo mi espiritualidad de manera más reservada. Lo que más me ha gustado ha sido el mensaje del Papa, pero la mayoría del resto de actividades, simplemente no eran para mí".

El mensaje del Papa

El Papa Francisco, muy asociado a una imagen progresista de la Iglesia, ofreció un mensaje a los asistentes, además de confesar a tres de ellos. Berta Santiago ha destacado varios momentos del discurso: "Me gustó mucho su discurso, aunque yo haya permanecido escéptica con la JMJ, sus mensajes han sido muy positivos". En especial, ha destacado cuando el Papa expresó que "en el arte de descender no importa caer, sino no permanecer en el suelo", además, Berta considera que el mensaje es muy coherente, y que hila con el siguiente: "El único momento en el que está permitido mirar a alguien por encima del hombro es para ayudarle a levantarse". Por último, la estudiante ha destacado cuando Francisco dijo: "Somos amados por quienes somos, no por quienes querríamos ser", calificándolo como "un mensaje muy sano hoy en día".

Fotografía del Papa Francisco en la JMJ de Lisboa.

Fotografía del Papa Francisco en la JMJ de Lisboa. / CÓRDOBA

Paula Reyes, por su parte, opina que "lo veo muy actual, cercano a los jóvenes y directo. Nos habló de temas de actualidad para los jóvenes como el medio ambiente, las redes sociales, habló de caerse y levantarse, del futuro, etcétera. El Papa lanzó mensajes de ánimo, de esperanza, de fuerza y de amor, pero no solo de amor a Dios, sino de amar a los que estaban al lado, y era imposible no sentirse identificado. Yo, personalmente, me quedo con la frase que dijo en el Vía Crucis: 'Vale la pena correr el riesgo de amar'".

Jorge ha sacado en claro una lección, "aprender a amar", ya que, como el Papa les dijo, "en la Iglesia caben todos y ninguno debe ser apartado del amor de Jesús". Para Jorge ha sido importante recordar que en la Iglesia tenemos cabida todos y considera que la JMJ Lisboa ha sido una experiencia muy enriquecedora en este sentido: "He visto cómo gente de distintas nacionalidades, cada uno con sus características, se han reunido con el objetivo de alcanzar el amor de Dios". Tras esto, el chico ha compartido una reflexión: "El Papa ha dicho que, si Dios nos llama, es porque somos amados, entonces ahí descubrí que Dios me ama, y que si yo estaba en Lisboa era porque Él quería. Por eso animo a todo joven a que se deje sorprender por el señor, a que esté mínimamente abierto a su llamada".

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