Las obras de la Casa de la Solidaridad en el cuartel de Lepanto empiezan a recuperar un complejo casi en ruinas

El presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Córdoba, Miguel Ángel Torrico, y la delegada de Cooperación y Solidaridad del Ayuntamiento, Narci Ruiz, han visitado este miércoles el inicio de las obras en uno de los espacios del antiguo cuartel de Lepanto que será la futura Casa de la Solidaridad. Urbanismo adjudicó a Magtel la obra por 636.000 euros, impuestos incluidos, y teniendo en cuenta que las labores se iniciaron el 10 de julio y que tendrán una duración de seis meses, la previsión de finalización es para enero del año que viene.

Se retoman así los proyectos en un espacio antiguamente militar de casi 31.000 metros cuadrados de los que la mitad siguen en ruinas 30 años después de que el Ministerio de Defensa los cediera a la ciudad. Sí hay una parte reformada y en uso, como es la biblioteca, la Escuela de Participación, el centro de salud o la Casa Ciudadana.

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Ruiz ha detallado que una vez finalizadas las obras habrá que sacar otro contrato para amueblar el espacio, por lo que la Casa de la Solidaridad empezará a funcionar el año que viene. El objetivo, ha detallado, es que las ONG del sector tengan un espacio en el que trabajar y generar sinergias. Teniendo en cuenta que la Casa de Solidaridad tendrá ocho despachos, se consensuará su reparto y el uso será rotatorio. Además, la Delegación de Cooperación también se trasladará a estas dependencias.

El proyecto

Manuel Navarro, arquitecto del proyecto, ha dado las claves de la intervención. El espacio se sitúa en la primera planta del pabellón sureste del edificio militar, sin uso desde hace años. Se trata de un espacio completamente diáfano de 525 metros cuadrados. Se ha decidido, ha dicho Navarro, hacer una intervención "conservadora" consensuada con la Delegación de Cultura de la Junta.

A la Casa de la Solidaridad se accederá desde la planta baja, donde está la Escuela de Participación Ciudadana y habrá doble acceso por motivos de seguridad y prevención de incendios.

El proyecto prevé levantar ocho despachos multiusos, algunos con doble capacidad, y una sala de reuniones de 60 metros cuadrados. Se aplicarán todas las condiciones de seguridad y los criterios de eficiencia energética que marcan los estándares europeos..

Navarro ha valorado que para proyectos nuevos se reutilicen edificios sin uso y se recuperen para ponerlos al servicio de la ciudadanía, algo que puede ser más caro, pero también más necesario. Sobre el uso que podría tener en su día esta sala dentro del cuartel, el arquitecto considera que al estar situado en la primera planta habría servido como espacio de hospedaje o de almacenamiento.