ENTREVISTA | Enrique Garrido Gerente del Consejo Regulador de la DO Montilla-Moriles

«La Cata es el mayor acto de promoción de los vinos de la DO»

Enrique Garrido, gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles.

Enrique Garrido, gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles. / CÓRDOBA

Noelia Santos

Noelia Santos

La Cata del Vino Montilla-Moriles, pese a celebrarse en abril, es la fiesta que abre el Mayo Festivo. Cada año, este evento, que en este 2023 se traslada al coso de Los Califas, reúne a miles de personas en torno a los caldos de la Denominación de Origen (DO), que ganan adeptos. Las bodegas de la zona luchan por sobrevivir en un entorno complicado, buscando financiación y apostando por una diversificación que parte de una premisa muy clara: aquí, el elemento diferenciador es el vino generoso.

Llega la Cata, la primera fiesta del Mayo Festivo, ¿cómo se presenta y cómo será esa gran novedad de cambio de ubicación a la plaza de toros?

La idea es mantener la misma estructura que teníamos en el otro recinto. Por circunstancias ajenas a nuestra voluntad, el recinto de la Diputación se encuentra en obras y no podemos utilizarlo para un evento de estas características. Entendíamos que el sitio que mejor se adecuaba a nuestras necesidades era la plaza de toros. Lo vamos a desarrollar con 25 bodegas y seis restaurantes y esperamos que, durante los cinco días de duración, el público responda y podamos vivir un inicio de primavera como merece una Cata del Vino de Montilla-Moriles.

¿Se gana o se pierde espacio en este nuevo recinto?

Estaremos más comprimidos. Va a ser en el ruedo, ahí tenemos que poner todo el montaje de las casetas. Vamos a tener espacios habilitados para que el público pueda estar con comida y bebida en los bajos de los graderíos de sombra, pero los estands de bodegas y restauración van a estar abajo.

"En la plaza de toros estaremos más comprimidos, las casetas estarán en el ruedo"

Durante los últimos años hemos visto muchas colas, ¿esto tiene solución?

El problema de las colas del acceso es que tú puedes comprar una entrada por internet o en taquilla, pero después tenemos que añadirle el sistema de degustación de tickets. En cualquier evento masivo las colas son habituales. Evidentemente, en un concierto puedes abrir las puertas dos horas antes y mantienes a la gente dentro del recinto hasta que empiece el concierto, no tiene sentido que nosotros abramos dos horas antes y tengamos a la gente esperando hasta que abran los estands de consumición. Este año estamos haciendo todo lo posible para que se vendan menos entradas por internet y también para que la gente sepa que, a partir de las diez y media de la noche no se van a abrir las taquillas físicas para el acceso de quien no tenga entrada. Se priorizará a quien ya tenga entrada comprada por internet y después, a partir de las 22.30, se abrirán las taquillas siempre que lo permita el aforo. Vamos a un sitio con menos aforo del que teníamos en Diputación, tenemos que andar con pies de plomo para poder hacer una buena gestión del público que asista. Abriremos media hora antes del inicio del evento y esperamos tener gestionado todo en el menor tiempo posible.

¿Subirán mucho los precios teniendo en cuenta el panorama de inflación?

Los precios han subido, el año pasado estaba en 10 euros y este año está en 12. A nosotros el cristal, las copas, nos ha subido un 30% y todos los gastos en general han subido entre un 20 y un 30%. Sin hablar del vino, que también ha sufrido una subida en los últimos tres años importante.

"Los precios han subido, el año pasado estaba en 10 euros y este año está en 12"

¿Qué peso tiene la Cata dentro de la facturación de la DO?

Muy poco, apenas nada. Es mucha más promoción que otra cosa. Si haces las cuentas del coste y lo que se saca, al final es lo comido por lo servido. Hay que tener en cuenta que ellos tienen que poner el vino y el personal, al final es un acto de promoción más que un acto económico. Siempre hemos dicho desde la DO que la Cata es el mayor acto de promoción de los vinos de Montilla-Moriles, aunque sea en Córdoba, pero no es un acto económico.

¿En qué momento se encuentra ahora el sector? ¿Sigue existiendo esa pérdida de superficie cultivada?

Venimos reclamando a la administración desde hace muchísimo tiempo, sobre todo en los últimos dos o tres años, que el actual sistema de los derechos de gestión de viñedo cambie porque es muy perjudicial y pernicioso en Andalucía, más concretamente en la zona de Jerez, el Condado, Málaga y Montilla-Moriles. Eso condiciona muchísimo a los viticultores que no tienen intención de continuar con el cultivo y condiciona mucho también a aquellos agricultores que queriendo poner viñas, no pueden. Le estamos reclamando a la administración que ponga vías de solución a esta situación. Hectárea que se arranca es hectárea que se pierde en nuestra zona y eso hay que poner pie en pared porque si le añades la falta de relevo generacional y la dificultad de los vinos de posicionarse en el mercado -todo, pese al esfuerzo ingente de las bodegas que cada año van recuperando cuotas de mercado tanto a nivel nacional e internacional-, lastra muchísimo el hecho de que no se puedan plantar viñas y de que las que se arrancan no se pueden plantar de nuevo. Ahora mismo hay bodegas y agricultores que quieren poner viñas, pero no pueden por la situación de gestión de los derechos del viñedo y eso hay que revisarlo.

En los últimos años, las bodegas están apostando por esos vinos jóvenes que no son tan característicos de la zona, pero que tienen mucho público.

Actualmente son los vinos que más crecen en nuestra comercialización. Eso significa una mayor rotación, una menor inmovilización de producto y que valoricemos más los vinos más singulares y extraordinarios de nuestra DO, que son los generosos. Mientras más vinos tranquilos haya, mejor posicionaremos los generosos. Es una salida interesante y que cada día cobra más cuota de mercado.

¿Llegará la cuota de los vinos tranquilos a superar la de los generosos?

Ahora mismo, los tranquilos no se comercializan más, pero ya estamos bastante cerca, los jóvenes pueden estar entre un 30 y un 40%.

¿Va ganando fuerza la comercialización del vinagre de la zona?

Va ganando cuota de mercado y de interés de las bodegas por un producto que tiene mucho más valor añadido que el vino. Poco a poco vamos dándonos cuenta de que la diversificación en la bodega es fundamental y uno de los productos que estaba ahí escondido y que puede tener una singularidad fundamental es el vinagre. De hecho, nuestros vinagres son muy apreciados a nivel nacional e internacional y están consiguiendo cuotas de valorización muy importantes en los certámenes a los que se presentan.

¿Y el nivel de innovación de las bodegas?

Las bodegas están bastante bien posicionadas en cuanto a inversiones. La administración está dando muchas ayudas para ello. Se acaba de cerrar ahora mismo el plazo de solicitudes de inversiones relativas al plan de actuaciones vitivinícolas y hay seis bodegas que han solicitado más de un millón y medio de inversión. Nuestras bodegas se posicionan a un nivel tecnológico muy alto, lo que repercute en esa salida de productos nuevos como los vinos espumosos o los vermús, que no están amparados por la DO pero que se proyectan en el horizonte como futura salida.

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