Enfermedades de primavera

La sequía y los cambios bruscos de temperatura modifican las alergias respiratorias en Córdoba

La UCO advierte que debido a la falta de agua en esta primavera no se registrará una alta concentración de polen

Carmen Galán, Valle García, Rafael Solana y Carmen Moreno en la presentación de la evolución del polen de cara a primavera.

Carmen Galán, Valle García, Rafael Solana y Carmen Moreno en la presentación de la evolución del polen de cara a primavera. / MANUEL MURILLO

Cristina Ramírez

Cristina Ramírez

La escasas precipitaciones, la bajada de temperaturas durante el mes de febrero y el aumento repentino de las mismas ha hecho que se retrase la germinación de las flores en Córdoba y que ahora estén aflorando alergias respiratorias de la temporada de invierno como la del ciprés. Así lo han explicado este miércoles la directora de la Unidad de Alergia del Hospital Universitario Reina Sofía, Carmen Moreno, y la catedrática del departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la Universidad de Córdoba (UCO), Carmen Galán, quien afirman que "los factores ambientales están modificando el mapa de polinización".

Según ha detallado Galán, este retraso de la floración de especies como el ciprés ha hecho que "en un periodo breve de tiempo emitan todo ese polen a la atmósfera de forma explosiva", lo que acentúa la incidencia en este época, "alcanzándose las concentraciones de polen en el aire durante la pasada semana, en este momento podemos considerar la estación está finalizada". 

El plátano de sombra también se ha visto afectado por el retraso en la floración a causa de los cambios ambientales y apenas ha empezado a florecer hace una semana, según han comprobado desde el departamento de Botánica de la UCO. Este árbol se encuentra en estos momentos en uno de los momentos más altos de emisión de polen. Las concentraciones más altas se esperan para la próxima semana, pero al tratarse de un árbol con floración explosiva, la estación polínica no se prolongará durante el mes de abril, según las estimaciones de la UCO.

Galán también ha hablado de "una mayor concentración de polen de urticáceas, donde se encuentran representadas las ortigas y la parietaria". En cuanto a las gramíneas de primavera, señala que algunas especies tempranas han comenzado a florecer, "aunque durante este periodo de tiempo no llegan a alcanzar valores altos, la mayoría de las especies de gramíneas florecen en primavera. Las gramíneas responden de forma más directa a la falta de disponibilidad de agua, no llegando a florecer hasta contar con suficiente agua para asegurar éxito en su floración”. Por este motivo, y atendiendo a las previsiones meteorológicas, "se espera que este año ocurra un cierto retraso y no se lleguen a alcanzar valores elevados, aunque siempre va a depender de la lluvia".

En el caso del olivo, "al tratarse de un árbol bien adaptado a nuestro clima y a técnicas agrícolas, responde de forma más clara a la temperatura que a la disponibilidad de agua. En teoría se puede esperar durante este año una floración más intensa, sin embargo, la falta de agua y las temperaturas tan elevadas que están ocurriendo puede alterar su ciclo reproductor", ha precisado la doctora Galán.

Previsiones positivas para la primavera

No obstante, la catedrática ha advertido de que esta primavera no será especialmente peligrosa para los alérgicos. "La sequía que estamos viviendo, con una falta de disponibilidad de agua, juega también un papel especial, provocando que los niveles de concentración de polen no lleguen a valores tan altos como en otros años previos", ha señalado.

Unos 160.000 cordobeses con alergias respiratorias

Este tipo de alergias afecta a una gran cantidad de la población, no estando toda diagnosticada. Según ha informado la directora gerente del Hospital Reina Sofía, Valle García, solo en la Unidad de Inmunoteria y Alergia del Hospital Universitario Reina Sofía atiende a unas 160.000 personas de toda la provincia con alergias respiratorias, de los que en torno al 62,5%, unos 100.000, pueden serlo al polen. Del total de personas con alergia respiratoria al polen, el 80% lo son al olivo, el 70% a las gramíneas, seguidos de salsoas, del plátano de sombra y del ciprés. 

No todos estos pacientes reciben tratamiento de inmunoterapia (vacunas). Carmen Moreno ha aclarado que la mayoría de ellos son atendidos en atención primaria con comprimidos, colirios o broncodilatadores. Si estos no hacen falta son derivados a Alergología, donde se someten a pruebas cutáneas. "Ahora tenemos posibilidad de hacer un diagnóstico a nivel molecular y eso tiene importancia porque dependiendo de la cantidad y cualidad de las proteínas a las que responda va a tener un pronostico y enfermedad diferente", apunta Moreno.

La doctora señala que en torno a un 30% de todos los pacientes con alergias respiratorias –en estadios leve, moderado o grave- de la provincia son atendidos en el hospital. En este sentido, es importante recordar que la efectividad de las vacunas “ha aumentado mucho en los últimos años gracias al mayor conocimiento de esta patología y de los pacientes”, sostiene.