ENTREVISTA | Joaquín Páez Presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir

«El cambio climático nos obliga a tener una política de ahorro de agua»

«En 20 años las precipitaciones han disminuido un 7% y las aportaciones a los embalses, un 21%», afirma

Joaquín Páez, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Joaquín Páez, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. / CÓRDOBA

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

¿Está usted soportando el momento más comprometido de la presidencia de la CHG? Lo pregunto por la escasez de recursos.

Bueno, haya recursos o no los haya, la del Guadalquivir es una cuenca muy exigente, tenemos que garantizar el abastecimiento de 4.500.000 personas, casi 900.000 hectáreas de regadío y manejamos números tan importantes como casi 4.000 millones de euros en nuestro plan hidrológico. Qué significa esto, pues que haya o no haya sequía siempre hay necesidades que resolver y problemas, y gracias a que tenemos un gran equipo los vamos solventando. Ahora no cabe duda de que la sequía preocupa y repercute en la gestión diaria.

La situación de las reservas de agua es delicada, pero no es la peor de la historia ¿es reversible la situación o, como se apunta, el cambio climático lo impedirá?

-Indudablemente, nosotros manejamos datos técnicos y científicos en los que vemos que estamos inmersos en números del cambio climático desde hace ya más de 15 o 20 años. En ese tiempo, para que nos hagamos una idea, las precipitaciones han disminuido de media un 7%, las aportaciones a embalses han disminuido en los últimos 20 años un 21% y la temperatura ha subido medio grado. Eso ¿qué significa?, pues que estamos en cambio climático, nosotros gestionamos todos los días pensando que estamos en ese escenario, no nos planteamos otro. Por eso realizamos políticas de ahorro y de adaptación. Al cambio climático se le afronta con adaptación y con anticipación. Pese a esos datos, esperemos que las sequías, que cada vez van a ser más recurrentes, terminen, es decir, que sean episodios puntuales. Y esperemos que ahora, al final del invierno y en la primavera, haya precipitaciones suficientes como para salir de este entorno de sequía.

Este año la comisión de desembalses ha recortado mucho las dotaciones para riego, ¿qué se espera para el año que viene? Porque llover no ha llovido lo suficiente.

No. Fue una alegría que en diciembre, en torno al puente de la Inmaculada, el tren de borrascas aportara casi 400 hectómetros cúbicos a nuestros embalses, pero en aquellos días se estaba peor que el año pasado y a día de hoy la situación también es peor que la del año pasado. Psicológicamente nos animó a todos, a regantes y a los que gestionamos el agua día a día, pero los números son los números. Esperemos que haya precipitaciones en primavera y a final de invierno. Nosotros tenemos comisiones de desembalse periódicas, hasta la última, que suele ser a principios de mayo, y tendremos más para que los regantes, nuestros usuarios, conozcan la información, hagan su planificación y nosotros les mostremos cual es la realidad. Ahora mismo, las previsiones que manejamos no son buenas. Son a quince días. Esperemos que los modelos nos engañen, se equivoquen, y que en estos quince días haya una borrasca que se descuelgue por ahí y, sobre todo, que aparezcan las precipitaciones, que es de lo que se trata.

Lo que pasa es que con los recursos que ya se manejan las previsiones con las que se trabajan suelen ser bastante certeras.

Sí, bueno… Los modelos cada vez son mejores. Nosotros manejamos dos modelos, el europeo y el americano, y mantenemos informados a nuestros usuarios continuamente de esas previsiones. Pero, bueno, hasta hace muy poco se estaba regando con lo que cayó en marzo del 2018 y aquella borrasca, que se llamaba Enma, no estaba prevista y apareció y nos dio cuatro años de regadío. Así que vamos a confiar.

Hay peticiones para que se permita el almacenamiento de agua en balsas para riego en algunos lugares. ¿Por qué no se autorizan?

Yo creo que el hecho de pedir la autorización para una balsa ahora mismo y siempre ha estado permitido. Es decir, las comunidades de regantes tienen unas concesiones en las que aparecen una serie de infraestructuras y si quieren agregar alguna otra a su comunidad, se solicita una modificación de características, se mira en Confederación si es compatible con el plan, es decir, si no va a perjudicar aguas abajo a otros regantes y, si no es así, se autoriza, pero siempre teniendo en cuenta que no se puede aumentar el volumen de agua de la dotación.

¿En qué situación se encuentra la propuesta de utilizar el agua de las EDAR para riegos?

Pues estamos a punto de resolver unas bases que pusimos de 20 hectómetros cúbicos en toda la cuenca para comunidades de regantes de municipios pequeños, con poco regadío, con una importante base social, para que pueda desarrollarse el regadío donde no lo hay. Habrá comunidades en Córdoba que se verán beneficiadas en este concurso. Creo que sobre finales de febrero resolveremos al menos 8 comunidades repartidas por toda Andalucía que van a tener esa concesión. Y, además, en el plan actual recién aprobado aparecen otros 20 hectómetros cúbicos de cara al próximo ciclo 2022-2027.

¿Hacia qué tipo de cultivos vamos, dada la situación actual? Algunas organizaciones apuntan a que la política de aguas está condicionando la agricultura.

Bueno. Le he dicho antes que el cambio climático nos obliga a tener una determinada política de agua, de adaptación, de ahorro, de eficiencia. Entonces, nosotros no somos competentes en agricultura, nosotros solo gestionamos el recurso. Lo que hacemos es escuchar a lo largo del tiempo a asociaciones agrarias, a los regantes, sobre cuáles son sus expectativas. Sobre ellas hemos construido un plan hidrológico en el que hemos tomado determinadas medidas para intentar beneficiar al conjunto de la cuenca. Nosotros tenemos una cuenca de 57.600 kilómetros cuadrados y hay gran variedad de cultivos. Intentamos ser flexibles a las necesidades de la agricultura y luego ya ellos son los que deciden qué cultivo van a poner de acuerdo a su dotación. No le decimos a los agricultores lo que tienen que cultivar.

En relación con este asunto, en la zona alta de la cuenca del Guadalquivir se critica el excesivo gasto de agua que requiere el cultivo de arroz en detrimento de otros cultivos, ¿se puede mantener esa dotación dada la situación?

Bueno, ya le he comentado que todas las confederaciones tenemos un principio fundamental, que es el principio de unidad de cuenca. Nosotros gestionamos desde el nacimiento del Guadalquivir hasta su desembocadura. Y las condiciones de cultivo y del entorno en cada uno de los puntos de la cuenca tienen unas características. Para nosotros es lo mismo el olivar de Jaén, el de Córdoba o Granada, que los almendros, que el arroz de Sevilla o las fresas de Huelva. Procuramos, porque es nuestra obligación, satisfacer la demanda de los usuarios y conseguir los objetivos ambientales, que es nuestro mandato.

¿Esta cuenca sigue siendo deficitaria o se ha superado ya el histórico déficit estructural?

Desde el año 2007 hasta ahora hemos pasado de casi 600 hectómetros cúbicos de déficit a 250, pero es que además lo hemos hecho consumiendo 300 hectómetros cúbicos menos. Ahora tenemos un déficit que lo hemos disminuido una tercera parte y además hemos ahorrado. ¿Por qué?, por lo que ya he dicho antes, porque el cambio climático nos obliga a ser más eficientes. La Cuenca del Guadalquivir tiene regadíos eficientes, en un 80% modernizados. Debemos seguir por ese camino y queremos reducir el déficit y, además, disminuir el gasto. De hecho está previsto un ahorro en este nuevo plan del 2022 al 2027 de más de 60 hectómetros cúbicos que añadir a los 300 que ya llevamos ahorrados. Con lo cual estamos dando respuesta a las necesidades, manteniendo en un entorno que no tiene las precipitaciones aseguradas.

En relación con el regadío eficiente, muchas comunidades hablan de que se ha invertido mucho en optimizar los sistemas de riego pensando en el ahorro de agua. Al respecto plantean que ese ahorro podría servir para ampliar las zonas regables en Córdoba. ¿Es posible?

Esos recursos que se ahorran redundan en los propios agricultores, en los propios regantes. Ya he comentado que la demarcación del Guadalquivir es deficitaria. Tenemos unos 200 hectómetros cúbicos de déficit. Si nosotros no ahorramos no podríamos responder a las necesidades de los regantes. Es decir, cuando un regante ahorra, ese ahorro redunda en que el año que viene si no llueve lo suficiente haya esa agua para poder seguir regando. Eso es una pieza clave en nuestra gestión. Nosotros fomentamos el ahorro para asegurar en el tiempo que haya agua. Los agricultores necesitan agua y también necesitan un concepto, que es muy importante de manejar, que se llama garantía. La garantía es asegurar esa agua por equis años. Nosotros le damos a un regante una dotación y le decimos «usted puede regar con 1.500 metros cúbicos por hectárea, pero durante 25 años». Esos 25 años, esa garantía, le permite al agricultor planificar. Esa garantía es la que surge del ahorro. Por eso, en una cuenca con la cuarta parte de los regadíos de España, el ahorro es básico para mantenerla. Y por eso se decidió en el año 2005, que no ha sido ahora, que en la Cuenca del Guadalquivir no puede haber incrementos de nuevas hectáreas de regadíos, salvo esos 20 hectómetros cúbicos que hemos comentado antes de aguas residuales.

¿Está previsto retomar la obra de la presa de San Calixto?

Sí, sí. Está planificado. Este martes se ha aprobado el Plan Hidrológico del Guadalquivir y ahí aparece una medida dotada con 4 millones de euros, que es el estudio de alternativas, el de coste beneficio y, si hay lugar, la redacción del proyecto de la presa de San Calixto. Mi opinión personal es que en ese estudio se nos aconsejará la realización de esa infraestructura, que va a ser clave para evitar inundaciones en el entorno de Écija y para aumentar la regulación para Córdoba y Sevilla.

Una de las demandas de los regantes de Córdoba es la de recuperar el agua que se cede a otras provincias. ¿Será posible equilibrar la situación?

Bueno, ya le he indicado antes que en nuestro mapa no aparecen líneas de separación de provincias. Y creo que es bastante pedagógico decirle a la gente que Córdoba es la provincia que más agua almacena, pero que las presas de Córdoba no las pagan los cordobeses. Las pagan todos los usuarios del sistema de regulación general, que comprenden más de 400.000 hectáreas repartidas entre Jaén, Córdoba, Sevilla, Granada… Esas presas son pagadas por los usuarios, por los regantes, por el sector industrial que se beneficia de esa agua, pero el agua no pertenece ni a Córdoba, ni a Jaén ni a ninguna provincia. El agua es pública, la gestionamos nosotros e intentamos hacerlo de la mejor manera posible.

La erosión y los residuos han generado problemas en algunos embalses como Cordobilla, ¿se han resuelto completamente? ¿Hay otras situaciones similares pendientes de resolver?

A ver. La Confederación en sí no es competente en las prácticas agrícolas ni en resolver problemas de erosión, pero lo que sí es verdad es que tenemos que tener nuestras infraestructuras en las mejores condiciones. En el embalse del Cordobilla, ahora mismo, está adjudicado un proyecto para su adecuación y la retirada de los lodos y puesta en marcha del embalse con 2,5 millones de euros. Y, además, ahora se acaba de adjudicar con 2 millones el acondicionamiento del canal del Genil-Cabra. Somos conscientes de eso y estamos trabajando con la Junta de Andalucía, con ayuntamientos y con el Ifapa en el fomento de buenas prácticas agrícolas, sobre todo, en el olivar en pendiente, que suele ser el responsables de que el Guadalquivir sea uno de los ríos que más cantidad de sedimentos lleva no de España sino de Europa.

La estación de bombeo de La Breña ha estado funcionando unos días, ¿cuándo funcionará de manera regular?

La estación de bombeo de La Breña entró en funcionamiento normal el 9 de diciembre. Y estuvo funcionando hasta el 25 de diciembre normalmente. Pero, ¿qué significa normalmente?, pues que para que pueda hacerlo debe haber al menos 20 metros cúbicos por segundo. Actualmente estamos en 7 u 8 metros cúbicos. En cuanto se vuelva al nivel de los 20 empezará otra vez el bombeo. Pero también le digo que en Córdoba hay otra estación de bombeo que es San Rafael de Navallana, que está ahora mismo bombeando 2 metros cúbicos por segundo, lo que supone que este año se ha bombeado casi 6 hectómetros cúbicos. San Rafael bombea casi 2.000 metros cúbicos al día, que los guardamos en el embalse para intentar solventar esos «pequeños problemas» que nos trae la sequía.

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Usted dijo, cuando la Junta de Andalucía anunció la creación del comité de expertos para luchar contra la sequía, que llegaba tarde. ¿Cuándo cree usted que debería haberse empezado?

Bueno, la Confederación declaró la sequía en noviembre del 2021. Estamos hablando de que la comisión de expertos de la Junta, si no recuerdo mal, se constituyó en el 2022, pero es que la propia Junta de Andalucía declaró obras de interés autonómico por motivos de la sequía en el 2020. Además, eran obras de abastecimiento. Yo no quiero polemizar, pero si en 2020 declaras obras de interés autonómico y constituyes ese comité de expertos en el 2022... pues a eso me refería. Y otra cosa, no sé cuantas reuniones ha celebrado dicho comité.

¿Tiene algún mensaje esperanzador para la población en relación con el consumo humano?

Sí, hombre. Mira, en Córdoba, Emproacsa, Emacsa, Aguas de Lucena, el Ayuntamiento de Priego de Córdoba, que son los sistemas de abastecimiento, y la propia Confederación, trabajamos todos los días con un equipo de profesionales de todos los ámbitos, la mayoría funcionarios, de manera ímproba para asegurar que los grifos sigan abiertos y que la gente no tenga problemas de abastecimiento. Y yo creo que es una noticia esperanzadora. Cuando uno conoce las empresas y el sector del agua se da cuenta de que están llenas de grandísimos profesionales. Eso es esperanzador. Y, también en Córdoba, esta sequía nos ha dado otro mensaje esperanzador: los agricultores, los regantes se han comportado como era de esperar, con compromiso con la cuenca, ahorrando agua y permitiendo que esas situaciones comprometidas lo fueran menos y de manera muy eficiente, comprometida y responsable. Eso es una muy buena noticia.

Pero en el abastecimiento sí hay un reto importante, porque hay estudios que dicen que la mitad del agua que se abastece se pierde por problemas de las conducciones.

Efectivamente. Nosotros, en nuestras competencias, procuramos ser mucho más eficientes y el gran reto que tenemos en nuestro plan es el mantenimiento de nuestras infraestructuras. Y le pongo un ejemplo en Córdoba, el canal del Guadalmellato, que es una pieza clave en la distribución del agua, no solo para Córdoba sino también para otras zonas. Nosotros, en nuestro plan tenemos 17 millones de euros para que ese canal no sufra pérdidas. Ahora mismo estamos redactando el proyecto para la impermeabilización y el mantenimiento. Es básico. En un entorno de sequía, de cambio climático, en una región como Andalucía, no nos podemos permitir el lujo de perder agua en el transporte. En el abastecimiento pasa lo mismo y me consta que las empresas que antes he nombrado están trabajando para evitar esas pérdidas de agua en el transporte.

"Con el trasvase a Sierra Boyera está garantizado el suministro a más del 99%"

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El embalse que tiene actualmente peor situación es el de Sierra Boyera, ¿será suficiente el trasvase de urgencia desde La Colada o habrá que tomar alguna medida más para salvar la situación? ¿En qué momento se encuentra la obra?

Esa obra es más que suficiente. La capacidad de suministro que va a tener la obra de La Colada a Sierra Boyera va a ser de 12 hectómetros cúbicos anuales y las demandas del abastecimiento de todos esos ciudadanos que dependen de Sierra Boyera no llegan a los 9 hectómetros, como media. Es decir, está garantizado a más del 99% el abastecimiento con esa obra. No hacen falta más obras cuando se culmine. Con respecto a cuándo se va a culminar, ya sabe que nosotros no somos los que están haciendo esa obra, que es la Confederación del Guadiana, pero sé que van a muy buen ritmo y que el montaje de las tuberías ya está terminado. Así como las otras obras de emergencia que tenemos en Córdoba, en Iznájar y el bombeo de Martín Gonzalo van también a muy buen ritmo y espero y deseo que no haya ningún problema para el abastecimiento.

Hace unos días se publicó la actualización del plan de actuaciones contra las inundaciones, son proyectos de una considerable envergadura con un plazo de ejecución hasta el 2027. ¿Cuál es la inversión total en Córdoba y cuántos proyectos se van a acometer?

En toda la provincia se acometerán 15 proyectos, 11 en la provincia y 4 en la capital, por una cuantía total de 40 millones, de los que en la ciudad serán 12,4.

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