AYUDA HUMANITARIA

Cruz Roja ayuda a más de medio millar de personas que viven en asentamientos de inmigrantes

La labor de la entidad en estos campamentos incluye desde el reparto de alimentos, agua o productos de higiene hasta la prevención sanitaria o el acercamiento a los recursos sociales

La labor de la entidad en estos campamentos incluye desde el reparto de alimentos, agua o productos de higiene hasta la prevención sanitaria o el acercamiento a los recursos sociales.

La labor de la entidad en estos campamentos incluye desde el reparto de alimentos, agua o productos de higiene hasta la prevención sanitaria o el acercamiento a los recursos sociales. / CÓRDOBA

Más de medio millar de personas que viven en distintos asentamientos de inmigrantes en Córdoba recibieron durante el pasado año el apoyo del voluntariado de Cruz Roja.

Según informa la propia oenegé, durante 2022, el personal de la institución humanitaria visitó tanto los cerca de 20 campamentos que hay, a día de hoy, repartidos por la capital, como otros enclaves similares en puntos de la provincia como Rute, Baena, Priego de Córdoba o Adamuz, entre otros.

La diferencia principal entre unos y otros radica en que, mientras los primeros son asentamientos más o menos estables, los de la provincia son más provisionales, pues suelen estar habitados por trabajadores temporeros de diferentes campañas agrícolas, como la de la aceituna o la del ajo.

Durante el 2022, el personal de Cruz Roja visitó los campamentos que hay en la capital y en la provincia.

Durante el 2022, el personal de Cruz Roja visitó los campamentos que hay en la capital y en la provincia. / CÓRDOBA

Un grupo de población muy vulnerable

“Debido a la crisis sanitaria, estas campañas han tenido en los últimos años menor afluencia de la habitual”, explica Eva Arévalo, trabajadora social del programa de Inmigrantes de Cruz Roja, lo cual no ha disminuido la intervención que desde la entidad se le ofrecía a este colectivo, sino más bien al contrario, dada la especial vulnerabilidad del mismo en el actual contexto.

“Las personas que viven en asentamientos constituyen un grupo de población muy vulnerable. Especialmente duros para ellas fueron los meses del confinamiento durante los peores momentos de la pandemia. Pero siempre, tanto entonces como ahora, somos conscientes de sus precarias condiciones de vida y, por tanto, tratamos de apoyarlas, de estar cerca de ellas, a través de nuestro voluntariado”, comenta Arévalo.