REPORTAJE

La segunda vida de los locales en Córdoba

La conversión de espacios comerciales en viviendas es una práctica cada vez más frecuente en la capital | Este aprovechamiento supone una oportunidad para revitalizar los barrios de la ciudad

De un tercero a un bajo. Rafael y su mujer optaron por cambiar su vivienda por otra sin las limitaciones que provocaba vivir en un tercero sin ascensor.

De un tercero a un bajo. Rafael y su mujer optaron por cambiar su vivienda por otra sin las limitaciones que provocaba vivir en un tercero sin ascensor. / Manuel Murillo

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

Yendo de compras con su esposa -momento que suele aprovecharse para tratar temas importantes del día a día- fue cuando Rafael Muñoz halló la oportunidad de comenzar su nueva vida. La idea llevaba un tiempo rumiando en sus cabezas y, de los ladrillos de una nueva obra, emergió la decisión. Apenas a 200 metros de su vivienda, un antiguo local en pleno proceso de transformación a piso habitable sugirió a Rafael y su mujer que era el momento. El momento preciso para cambiar un tercero sin ascensor -y en vistas de seguir así- por un bajo con todas las facilidades para un matrimonio septuagenario que ya adolecía la edad. Junto a la suya hay otras tres viviendas, alquiladas por dos personas mayores y una pareja joven, dentro de una comunidad de vecinos que, desde 2017, cuenta con cuatro domicilios más y un local comercial menos.

La historia, si se quiere, comienza dos años antes con una empresa y otra oportunidad. En este caso, la de aprovechar un nicho de mercado aún por explotar en Córdoba y con vistas a ser un mercado notable. Aunque eso es más fácil decirlo ahora, cuando la tendencia de este sector inmobiliario se mantiene al alza desde hace años. En la capital cordobesa, la conversión de locales en viviendas es una práctica cada vez más frecuente, como constatan, año tras año, los datos de licencias otorgadas por la Gerencia de Urbanismo. La propia delegación ultima el recuento de licencias de 2022.

Piso de Injupisa 8 Viviendas en alquiler de la empresa cordobesa ubicadas en antiguos locales comerciales.

Viviendas en alquiler de la empresa cordobesa Injupisa ubicadas en antiguos locales comerciales. / Manuel Murillo

Volviendo a la historia. Fue Injupisa la empresa que construyó el piso en el que reside Rafael. Esta entidad fue pionera en surfear sobre la ola y, desde entonces, ha transformado más de un centenar de locales en soluciones habitacionales. Como explica Rodolfo Medina, responsable de proyectos en Injupisa, ahora tienen en marcha cuatro proyectos con los que construirán nueve viviendas en el Polígono del Guadalquivir y diez en Cronista Salcedo Hierro.

En el interior del único piso que les queda libre, Medina recorre las estancias de un pequeño, aunque bien distribuido espacio. Las soluciones que ofrecen cuentan con uno o dos dormitorios, adaptadas en su mayoría a personas con movilidad reducida, y su precio oscila entre 450 y 550 euros. De esa preparación pensando en personas con diferentes capacidades nace el lema Proyectos con alma, que luce la cartelería de Injupisa en la puerta.

Si bien esta empresa cordobesa monopoliza buena parte de este sector, cada vez es más frecuente que otras den el paso. La presidenta del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Ana Moreno, observa que «está en tendencia», ya que conlleva un «abaratamiento de costes» y supone un «aprovechamiento de zonas». Además, es una práctica que no solo se encuentra en manos de constructoras, sino que se produce entre particulares, como abunda Moreno y puede observarse en los datos municipales.

Como en la vida misma, nada existe sin su opuesto. Y el éxito del sector inmobiliario, en este caso, se contrapone a la agonía de un protagonista silencioso. Que cientos de locales sean convertidos en viviendas muestra el deterioro del comercio en Córdoba. «Hemos vivido años muy duros para el pequeño y mediano comercio», lamenta Rafael Bados, presidente de la Federación Provincial del Comercio. Esta tendencia «es una realidad que está ahí, hay zonas comerciales de la ciudad en las que ha habido un retroceso importante», apostilla. Bados aclara, a su vez, que esta conversión supone una alternativa para los propietarios.

Empresas como Injupisa han tomado el testigo de esa alternativa y lo que antes eran cerrojos empolvados ahora son viviendas. Uno de los ejemplos más llamativos está en el Pasaje Antonio Zurita de Julián, donde se encontraba la mítica cervecería La Libra. En sus tiempos dorados, fue uno de los motores de Ciudad Jardín. Cuando estos pasaron a mejor vida, se convirtió en una silenciosa calle de locales vacíos, de los cuales algunos ya están habitados. De esta forma, Medina cree que se logra dignificar a los barrios y dinamizar el resto del comercio. Cuenta el responsable de proyectos que eran numerosas las asociaciones que demandaban hacer inmuebles accesibles tanto física como económicamente. Y, así, de una oportunidad nació una forma de revitalizar los barrios que se agranda cada año. Rafael, por cierto, asegura que del suyo no hay quien lo eche.

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