REPORTAJE

El calvario de las familias para tener un ascensor

En San José Obrero hay problemas con los ascensores ya instalados y los que están en obras, e impaciencia por los que esperan

Juan Criado sale del ascensor, ayudado por Manuel García, presidente de la AVV San José Obrero.

Juan Criado sale del ascensor, ayudado por Manuel García, presidente de la AVV San José Obrero. / Chencho Martínez

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Un paseo rápido por el Santuario y San José Obrero da idea del calvario que llevan viviendo muchas familias para salvar los obstáculos económicos, técnicos y humanos que les permitan eliminar las deficiencias de accesibilidad de los bloques en los que viven. Uno de los casos que más conmueven es el de Juan Criado, el que fuera jardinero del barrio, que tras jubilarse sufrió un ictus que redujo notablemente su movilidad.

Rampa instalada en el bloque de Juan.

Rampa instalada en el bloque de Juan. / Chencho Martínez

Doce años ha tardado en poder subir en ascensor a la cuarta planta en la que vive, pero el resultado no ha sido el esperado. El elevador de su bloque hace un ruido espantoso cada vez que sube y baja y está colocado en un sitio por donde no cabe una silla de ruedas. Juan baja con la muleta para mostrar las dificultades que tiene para descender por la rampa exterior, con tres desniveles distintos que le obligan a bajar siempre acompañado. «No puedo solo», dice con dificultad mientras un vecino lo sostiene. «Está mal hecha», añade. 

Vecinos de San José Obrero que esperan la ayuda del ARRU para tener ascensor.

Vecinos de Pasaje Rosal de la Frontera 2 que esperan la ayuda del ARRU para tener ascensor. / Chencho Martínez

En Pasaje Rosal de la Frontera 2, tres parejas que esperaban que las obras del ascensor empezaran este mes y aún no tienen ni la confirmación de la ayuda del ARRU. Rosario Fernández vivía en un tercero con Antonio, pero se han tenido que instalar en un bajo temporalmente porque no pueden subir escaleras. Ella tiene varias patologías y Antonio sufrió un ictus en febrero y tiene graves problemas de movilidad. Sensi Moreno y Ángel tampoco están mejor. A él lo operaron de las rodillas y hace poco se cayó por las escaleras, por lo que subir le cuesta la vida. 

Vecinos de

Vecinos de Pasaje Córdoba 2, con la obra a medias del ascensor. / Chencho Martínez

Los que están en obras para instalar el ascensor con la subvención de Vimcorsa tampoco parecen contentos. Aurora vive en Pasaje Córdoba 2 y tiene a su madre encerrada en casa desde hace meses. «La obra empezó en junio y tenía que haber acabado el 11 de diciembre, pero en agosto colocaron la estructura y dijeron que en septiembre pondrían el ascensor, pero aún estamos esperando», explica. «Ahora, porque dicen que no tienen montadores, estamos desesperados», añade. 

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