Los casos de obesidad infantil que diagnostica el hospital Reina Sofía se han disparado en Córdoba durante la pandemia del coronavirus, llegando a triplicarse en apenas dos años, según los datos facilitados por la Unidad de Endocrinología Infantil.
Con motivo del día mundial de este problema de salud que se conmemora este sábado 12 de noviembre, el Reina Sofía señala que en 2020 los nuevos casos de obesidad y sobrepeso que se detectaron por parte de esta unidad del complejo hospitalario fueron 104, mientras que en lo que va de año ya son 348, más del triple. La especialista en Endocrinología Pediátrica del hospital Ana Belén Ariza señala que, entre los 348 diagnósticos nuevos que se han registrado este año en Endocrinología Infantil, 256 son casos de obesidad y 92, de sobrepeso.
La obesidad es una de las enfermedades con mayor prevalencia en los países desarrollados y tiene implicaciones negativas para la salud, como mayor riesgo cardiovascular, diabetes, hipertensión, cáncer, entre otras.
En total, en las consultas de esta área del hospital Infantil del Reina Sofía se encuentran en seguimiento 1.040 menores de 14 años, una cifra que también triplica el dato que había antes de la pandemia que rondaba los 375. Las causas del incremento son varias, pero influyen una ingesta calórica superior a la necesaria, pérdida de la dieta mediterránea e incremento del sedentarismo.
Plan PinPO
Una de las medidas implantadas por el Reina Sofía para atajar este grave problema de salud es el programa PInPO (Program Intervention in Pediatric Obesity), mediante el que se persigue que los niños y familias que participen en la iniciativa pierdan peso de forma mantenida a través de un cambio en sus hábitos de vida.
PinPO comenzó su andadura en 2019 y, tras tener que parar en los dos años de pandemia, volvió a retomar las sesiones presenciales en marzo de 2022, señala la enfermera especialista en nutrición y endocrinología María Ángeles Alarcón., encargada de las sesiones junto a su compañera María Jesús Cortés y nueve residentes de enfermería pediátrica.
Se trata de un programa de intervención, que cuenta con la implicación de profesionales de pediatría, enfermeras de nutrición y endocrinología, psicóloga y técnóloga de los alimentos. Este equipo es el encargado de establecer el método y las herramientas de trabajo con cada una de las familias participantes. En principio, va dirigido a familias con niños con problemas de obesidad y con edades comprendidas entre los 6 y los 11 años, indica María Ángeles Alarcón. Para próximas fechas se está pensando en poder montar un grupo de trabajo propio para adolescentes, por sus especiales características frente a los niños de menos edad.
Sesiones grupales
Alarcón explica que, a través de 10 sesiones grupales de una hora de duración, se trabaja por un lado con los menores y, por otro lado, con sus padres y madres. A lo largo de las sesiones los grupos se van conociendo y se comprometen a cumplir retos diarios en hábitos de alimentación, actividad física y salud. Actualmente, hay dos grupos que acuden a estas sesiones.
Esta enfermera precisa que en las sesiones se trabajan aspectos como el grado calórico de los alimentos, la adherencia a la dieta mediterránea, la modificación de la vida sedentaria o el aumento de la autoestima. En la primera reunión se procede a medir, pesar y determinar el índice de masa corporal de los participantes. Y en la sesión de esta semana por ejemplo se ha abordado la importancia del desayuno.
«Vamos a intentar que todos los niños que acuden al endocrino y que necesitan un seguimiento más intenso puedan beneficiarse del programa PinPO, porque así conseguimos que los niños y sus familiares estén en contacto cada 15 días. El principal problema al que nos enfrentamos es el de la adherencia y participación. Pues en el primer grupo empezaron diez familias y quedan solo cinco porque hubo el parón del verano y eso puedo afectar. Hay muchos niños que están en seguimiento en las consultas de endocrino por obesidad, pero no quieren acudir al programa PinPO, porque venir requiere un esfuerzo conjunto de toda la familia», apunta.
La obesidad, una enfermedad grave
«Falta quizás conciencia de que la obesidad es una enfermedad y no un problema de imagen. Cuando las familias toman conciencia del grave problema de salud que es la obesidad ahí se produce un cambio. Por eso, la obesidad debe tratarse en el ámbito sanitario, en los hospitales y centros de salud», expone esta enfermera.
«Trabajando con estos menores y con sus familias se comprueba que a lo mejor ni padres ni hijos comen frutas o verduras; que toman refrescos con frecuencia y que abusan de alimentos cuya ingesta debería ser esporádica, como son los procesados y precocinados. Muchos ponen la excusa del alto coste de los alimentos, pero se puede optar por comprar, por ejemplo, verduras congeladas, que son más económicas», resalta María Ángeles Alarcón.
Las claves
Evolución de la incidencia
El hospital Reina Sofía diagnosticó en 2020 un total de 104 nuevos casos de obesidad en menores de 14 años y en lo que va de este año la cifra sube a 348. Los niños son derivados por sus pediatras para que se evalúe en el hospital su posible obesidad.
Un 40% de los niños presenta sobrepeso
Más del 40% de los menores andaluces y cordobeses de 6 a 9 años presenta sobrepeso, según los datos del Plan Integral de Obesidad Infantil de Andalucía (Piobin), debido a los negativos hábitos de vida (sedentarismo y dieta poco adecuada).
Material que se usa en la sesiones del Plan PinPO del hospital Reina Sofía
Los participantes trabajan con unos cuadernillos protagonizados por Mario, un niño de 8 años. En cada capítulo, el niño va contando sus miedos, preocupaciones y cómo va mejorando su autoestima gracias a amigos, familiares y a asumir cambios.
Contenidos adaptados a la evidencia científica
Los materiales han sido diseñados por personal del hospital Reina Sofía, basándose en la evidencia científica disponible sobre el tema, y también han sido revisados por profesionales de Educación que han evaluado la adecuación de contenido a la edad.
