El secretario general de la Asociación de Empresarios de la Construcción (Construcor), Francisco Carmona, indica que «no creemos que la subida de los tipos de interés hipotecarios pueda provocar una ralentización de las ventas» y recuerda que «hasta hace poco estábamos en una situación anormal, con tipos de interés negativos».
Sin embargo, a su juicio existen otras circunstancias que sí pueden afectar a las operaciones, «sobre todo, en vivienda usada», y estas son «la incertidumbre y la falta de confianza que afectan a toda la actividad económica». «Esto puede ser más determinante a la hora de que el potencial comprador aplace su decisión», valora.
Preguntado por la evolución de la actividad en el sector, recuerda que la subida de los costes de materiales ha provocado la suspensión de iniciativas, aunque aclara que «ya hemos entrado en cierta estabilidad y esos proyectos se volverán a poner en marcha». Francisco Carmona precisa, asimismo, que en estos momentos «no hay stock de vivienda de nueva construcción sin vender y existe demanda». Este, precisamente, es uno de los requisitos que plantean las entidades bancarias para financiar los proyectos, que un porcentaje de las viviendas hayan sido vendidas, como garantía de la viabilidad económica de la operación.
En cuanto a la posibilidad de que los precios de los inmuebles bajen como efecto de la subida de los tipos de interés, Francisco Carmona precisa que «los costes de producción se han incrementado por la espiral alcista de los materiales y, en principio, no hay previsión de que vaya a descender el precio de la vivienda por el impacto del alza de los tipos». «Otra cosa distinta es que intenten ajustar sus costes de producción», matiza. A esto añade que «el clima de incertidumbre puede hacer que se ralenticen las ventas y en ese escenario quizá, si hay margen, habrá la posibilidad de reducir el precio para animar la demanda retraída», admite.
