Tras los dos años de pandemia, la Virgen de la Fuensanta, co-patrona de la ciudad, volvió a protagonizar este miércoles su ya afianzada procesión desde la Catedral hasta su Santuario en las vísperas de su festividad.

La imagen fue trasladada en rosario en la tarde del pasado martes por los jóvenes cofrades de la ciudad para en la tarde de este martes presidir la misa en la Catedral, una eucaristía que estuvo oficiada por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y concelebrada por miembros del cabildo Catedral.

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Procesión de Nuestra Señora de la Fuensanta A.J.González

El prelado, a lo largo de su homilía, resaltó la alegría de festejar «el día de la fiesta de la Madre, el día de la Virgen de la Fuensanta». Demetrio Fernández agradeció a la Agrupación de Cofradías los desvelos por organizar esta procesión. «Gracias a la Agrupación de Hermandades y Cofradías por estar atentos a todos estos cultos cada vez más esplendorosos en torno a la Virgen de la Fuensanta», dijo. Asimismo invitó a los fieles a que vivan «con alegría esta festividad», alegría que «aunque no sea desbordante, ni de castañuelas, sea un gozo, una paz de tener por madre a María». Para finalizar Demetrio Fernández pidió que la ciudad entera de Córdoba se sienta contenta y alegre al celebrar la fiesta de la Virgen de la Fuensanta.

Tras la conclusión de la solemne eucaristía, que estuvo amenizada musicalmente por el coro de cámara de la Catedral, se comenzó a organizar la procesión de regreso a su santuario. Mientras el coro entonaba el himno a la Virgen de la Fuensanta, el cortejo, compuesto por representantes de las hermandades de la ciudad tanto de gloria como de penitencia cobraba forma.

Poco después, Juan Berrocal, elegido capataz de la Fuensanta este año, tomaba el llamador para hacer la primera levantá, así, lentamente, la Virgen de la Fuensanta fue cruzando las naves catedralicias buscando la Puerta de las Palmas para dar inicio la gloriosa procesión de regreso al Santuario que lleva su nombre. 

Ya el paso enmarcado en el Arco de Bendiciones de la Catedral, la sevillana banda del Maestro Tejero interpretaba la Marcha Real y a continuación la marcha Fuensanta coronada, de Abel Moreno, con la que la Virgen cruzó prácticamente el Patio de los Naranjos entre una gran expectación que tras dos años de ausencia la esperaba.

La co-patrona de la ciudad volvió a procesionar en su paso de plata y cobijada bajo el ya característico templete obra del orfebre Emilio León, un paso que en esta ocasión fue exornado con flor blanca en el friso, mientras que en las jarras y en los centros de las esquinas llevó nardos, una flor que dejaba un dulce aroma a su paso.

En cuanto a la imagen de la Virgen, lució el manto rojo bordado en oro que le regaló la Archicofradía del Carmen de San Cayetano con motivo del veinticinco aniversario de su coronación canónica.

Con esta estampa la Virgen de la Fuensanta coronada se adentró por las calles del casco histórico de Córdoba para encaminarse hacia su Santuario, donde este jueves será la protagonista absoluta de una festividad que este año se vivirá con total normalidad.