Diario Córdoba

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REPORTAJE

¿Cuáles son los insectos que más pican en Córdoba?

Los mosquitos son los que más picaduras causan a la mayoría de la población cordobesa, seguidos de las avispas y abejas | Sin embargo, las garrapatas han cobrado también protagonismo en los últimos tiempos

Un mosquito picando a una persona. CÓRDOBA

Durante el verano, debido a que la población pasa más tiempo al aire libre y que va cubierta con menos ropa, es más frecuente poder sufrir la picadura de un insecto. Entre los insectos que más pican a la población cordobesa están los mosquitos, abejas y avispas, aunque en los últimos tiempos las garrapatas han cobrado también protagonismo. Afortunadamente, las reacciones alérgicas a las picaduras de estos insectos son muy infrecuentes, expone la especialista en Alergología del hospital Reina Sofía Berta Ruiz. 

Esta doctora, que también es la coordinadora del Comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), señala que, en el caso de las garrapatas, las reacciones alérgicas pueden ser por la propia picadura o porque puedan provocar una alergia alimentaria. 

«La reacción más común es la irritación local en el momento de la picadura, con edema y picor, que no se debe a un mecanismo alérgico», aclara esta especialista. Sin embargo, la picadura de la garrapata puede causar una alergia alimentaria, por la sensibilización a una molécula del azúcar denominada alfa-gal, con síntomas desde una urticaria a una anafilaxia, que se producen varias horas después de la ingesta de determinada carne roja, casi siempre poco cocinada, o por la interacción con dicha molécula que contiene el medicamento oncológico Cetuximab. 

Las picaduras de insectos más frecuentes en Córdoba. RAMÓN AZAÑÓN

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Berta Ruiz recuerda que la garrapata, cuando se queda adherida a la persona que pica, debe ser extraída en su totalidad. Esta alergóloga recomienda evitar manipular la garrapata para que no inyecte más saliva.  

Tampoco son nada frecuentes las reacciones alérgicas por chinches o pulgas, a pesar de que son insectos cuyas glándulas salivales pueden contener proteínas alergénicas. Las reacciones normales más frecuentes son lesiones agrupadas no alérgicas (múltiples lesiones pequeñas en la piel con un punto hemorrágico central).

Mosquitos

En cuanto a las reacciones alérgicas causadas por la picadura de mosquitos, Berta Ruiz apunta que, a pesar de que este insecto pone su diana prácticamente alguna vez, a lo largo de su vida, en el 100% de la población, la mayoría de las reacciones que causa esa picadura son locales leves. Reacciones como una pápula de aparición inmediata, rodeada de eritema, que alcanza el máximo diámetro a los 20 minutos, seguido de una reacción tardía a las 24 horas y desaparición entre los 7 y 10 días.  

«Se ha descrito que entre el 0,2% y 2,5% de las personas pueden desarrollar alguna reacción moderada con la picadura (reacción local de mayor tamaño, que no tiene que ser necesariamente alérgica). Las reacciones alérgicas generalizadas son muy raras e incluyen urticarias agudas generalizadas y excepcionalmente anafilaxia (reacción grave)», resalta Ruiz. 

Esta experta aclara que el riesgo por la picadura de un mosquito tigre no es mayor que la causada por uno común. Lo que ocurre es que el mosquito tigre parece que es más activo y que puede picar en cualquier hora del día, por lo que puede ser más frecuente su picadura y la reacción inflamatoria local algo mayor.

La especialista en Alergología del hospital Reina Sofía Berta Ruiz.

Abejas y avispas 

Por otro lado, entre el 50% y el 95% de la población adulta se ha visto afectada alguna vez por la picadura de avispas o abejas. «Que las picaduras de avispas y abejas afecten a unas personas más que a otras dependerá sobre todo de la exposición. Si las personas viven en un hábitat rural, sus aficiones, su profesión o si trabajan al aire libre. Un claro ejemplo de trabajadores con más riesgo son los apicultores, con un gran riesgo de sufrir picadura de abejas», añade esta especialista del Reina Sofía.

«Las reacciones más frecuentes por picadura de abeja o avispas suelen ser locales leves, con picor, enrojecimiento e inflamación en la zona donde pica el insecto. Cuando esta inflamación local abarca un área mayor de 10 centímetros de diámetro, afecta a varias articulaciones o dura más de 24 horas nos encontramos ante una posible reacción alérgica, una reacción local extensa, descrita en entre el 2,3% al 18,6% de la población. En torno al 2,3% al 2,8% de la población, sobre todo rural, puede sufrir reacciones generalizadas (sistémicas), a distancia del lugar de la picadura, que abarca desde la urticaria aguda hasta la anafilaxia (dificultad para respirar, síntomas digestivos, mareos, pérdida de conocimiento), que constituye una reacción grave que debe ser atendida de forma urgente y posteriormente derivada al alergólogo para un correcto diagnóstico y proporcionarle un tratamiento con vacuna», subraya. 

Vacunación

 «El tratamiento con vacunas para los pacientes diagnosticados de alergia al veneno de avispas o de abejas es muy efectivo. Se realiza con el veneno del insecto responsable de la reacción alérgica y consigue que el paciente tratado deje de ser alérgico y no presente ninguna reacción en caso de una nueva picadura», destaca esta alergóloga. «La efectividad de esta vacuna, superior al 90%, está probada mediante la repicadura con el insecto, que puede ser espontánea (accidental) o bien de forma controlada en el hospital», remarca.

Berta Ruiz recuerda que el cambio climático global está alterando el patrón de distribución de muchas especies de insectos. El aumento de las temperaturas anuales promueve la existencia de hábitats favorables a insectos invasores y prolonga su tiempo de actividad a lo largo del año. «Esto supone un problema de salud pública, ya que aumenta la incidencia de daños por picaduras y la aparición de reacciones alérgicas en todo el planeta», sostiene. 

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