Diario Córdoba

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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

El 31% de los universitarios gitanos tiene hijos y una edad media superior a la habitual

Un estudio de varias universidades de Cataluña y de la UCO en Córdoba refleja que un 70% del alumnado opta por carreras de Ciencias Sociales | Exponen la necesidad de incrementar las tasas de graduación con más apoyo económico y académico

La investigadora principal del proyecto de investigación Uniroma, la profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, Ainhoa Flecha. CÓRDOBA

El 31% de los escasos alumnos de etnia gitana que accede en España a la Universidad tiene ya hijos y una media de edad cuando está estudiando de 26,7 años, superior a la habitual. Además, dichos estudiantes viven con unos ingresos inferiores a la media, por lo que sufren más dificultades para estudiar.

Son algunas de las conclusiones que recoge el proyecto de investigación nacional Uniroma, presentado este martes en Córdoba, cuyo objetivo es conocer la situación del alumnado de etnia gitana en las universidades españolas, descubrir las dificultades a las que se enfrentan y establecer estrategias para superar esas barreras. La UNED, tres universidades de Cataluña y la de Córdoba (UCO) han llevado a cabo este proyecto de investigación, que cuenta con financiación del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación del Ministerio de Ciencia, Investigación y Universidades.

En España, según recoge este estudio con datos de la Fundación Secretariado Gitano, apenas un 2% de la población gitana posee estudios superiores. En el estudio han participado 100 estudiantes gitanos matriculados en universidades españolas, de los que un 51% son hombres y un 49%, mujeres. Un 43% de los encuestados es alumno de universidades de Cataluña; el 22%, de Andalucía, y el 10%, de la Comunidad Valenciana.

María del Mar García (decana de Ciencias de la Educación), Rosario Merida (vicerrectora de la UCO) y Ainhoa Flecha (investigadora principal del estudio). CÓRDOBA

Dos grandes perfiles de estudiantes

El proyecto encuentra dos grandes perfiles de estudiantes. El 42% son alumnos tradicionales, que tiene entre 17 y 24 años y el estudio es su objetivo fundamental, mientras que el 58% restante no es el universitario tradicional, sino que tiene más edad y, en algunos casos, cargas familiares. Además, más de la mitad señala haber notado violencia verbal y aislamiento, en forma de comentarios negativos sobre los gitanos que profesores o compañeros realizan en clase y que les hacen sentir mal o inferiores.

Ainhoa Flecha, investigadora principal del proyecto de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha expuesto en la jornada que acoge el Rectorado de la UCO, que tradicionalmente en España se ha tendido a reforzar la educación obligatoria de la población gitana desde Infantil a Secundaria, pero parece que ese respaldo ya se acaba cuando llega la etapa universitaria.

Para tratar de solucionar esa carencia, "empezamos el proyecto Uniroma en 2019, para que más generaciones de jóvenes gitanos accedan a la Universidad, ya que la mayoría no encuentra esos apoyos que necesita todo el que empieza con esos estudios. Sin embargo, es muy importante apoyar a las primeras generaciones que llegan a la Universidad porque para su comunidad supone un efecto multiplicador que pueda servir como referente a otros jóvenes en el futuro, pero también para combatir el antigitanismo y los estereotipos sobre la etnia gitana que aún persisten".

Necesitan apoyo económico

Flecha ha apuntado que la propia calidad de las universidades depende de la capacidad que las mismas tengan para incorporar la diversidad que existe en la sociedad y ha añadido que ese apoyo puede contribuir a que menos alumnos abandonen los estudios por su etnia, cultura u otros motivos. "Tenemos una universidad tipo en España diseñada para alumnos de 18 años con recursos familiares y que puede dedicarse solo a estudiar, pero en la comunidad gitana muchos necesitan trabajar a la vez que estudiar y dependen de becas. De ahí, la importancia de potenciar las vías lentas, que no obliguen a estos alumnos a matricularse de todo, sino poco a poco, pensando en toda población que presente dificultades económicas, no solo en la de etnia gitana", ha resaltado esta investigadora. Esta investigación recoge igualmente la necesidad de que esta población pueda acceder a más becas, becas-salario, prácticas renumeradas, apoyo y orientación académica y que existan en las universidades españolas oficinas de apoyo a las minorías étnicas.

Se enfrentan a numerosas barreras

La también integrante de este equipo de investigación, la profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona Olga Serradell, ha subrayado que este estudio muestra que se necesita una detección precoz para conocer el apoyo que los universitarios gitanos necesitan, ya que se enfrentan a más barreras. Barreras como la burocracia; más dificultad para completar las expectativas académicas porque en ocasiones tienen que dejar los estudios por un tiempo; con mucha frecuencia son estudiantes a tiempo parcial porque tienen cargas familiares o laborales; tienen una edad media superior a la habitual; dificultades económicas, lo que les obliga a depender de becas y presentan más dificultades con el inglés. "A pesar de estas barreras, son estudiantes que consideran la educación como una vía para mejorar sus condiciones de vida y para tener mejores oportunidades", pero no encuentran que su cultura forme parte de la universidad, ha indicado Serradell.

El acto de presentación del estudio ha contado con la participación de Rosario Mérida, vicerrectora de Políticas Inclusivas y Vida Universitaria de la Universidad de Córdoba y María del Mar García, entre otras autoridades.

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