Las más de 2.000 ovejas y 500 corderos de la ganadería Las Albaidas en Córdoba, propiedad del ganadero y pastor trashumante Felipe Molina, apenas han acusado estos días la falta de pienso por la huelga del transporte porque su propietario, en lugar de esperar al camión que se lo traiga, ha acudido él mismo a la fábrica de Covap a comprarlo, aparte de que las últimas lluvias caídas han sido una suerte de salvación para sus animales, que han podido alimentarse en el campo.
Felipe Molina, al que los cordobeses conocen porque sus ovejas pasan por plena ciudad de Córdoba en su recorrido de trashumancia y es posible verlas hasta por el puente Romano, reconocía este viernes a este periódico que "los que tenemos ganadería extensiva dependemos menos del pienso que las vaquerías o granjas de cerdos y gallinas". Sus ovejas pastan en el entorno de la capital, en fincas cercanas a Rabanales y hasta Medina Azahara, "y esta lluvia ha resucitado el campo y pueden comer los animales", afirma, por lo que el pienso es suplementario. Reconoce que "si esta huelga hubiera sido antes, con la situación de sequía, hubiera sido un gran problema, porque desde octubre a primeros de marzo todo ha sido depender del pienso".
El pastor explica que todas las semanas recibe un camión con varios tipos de piensos, que estos días no ha llegado, "pero gracias a dios tenemos una fábrica cerca como es Covap". Reconoce que en Covap se ha notado también el desabastecimiento porque no hay de pienso de todas las variedades. Molina se queja, sobre todo, de la subida del precio de este producto para alimentar a su ganado, que "se ha incrementado una media del 60% en el último año".
Entiende Felipe Molina las reivindicaciones del sector del transporte porque "nos afecta a todo el mundo". Señala que "para los ganaderos también es un problema la subida del gasoil, ya que nada más arrancar un tractor son 20 euros y nosotros los utilizamos a diario".
Reconoce pese a todo que "de momento, la ganadería extensiva vamos tirando".
