El camino prolífico de Juana Martín en la moda se caracteriza por el esfuerzo, como reconoce esta especialista en llevar la esencia flamenca al pret-a-porter y a la alta costura. Este es precisamente el espíritu que la diseñadora quiere reflejar este miércoles en Madrid es Moda, un proyecto que pretende poner en valor las firmas españolas de autor para posicionarlas a nivel global. La moda de Juana Martín se ha paseado por la haute couture de francia, por lo que el mercado internacional no le es ajeno a esta embajadora del folclore cordobés. Esta estela es la que se verá precisamente hoy en Madrid.

«Están siendo días muy complicados, de mucho trabajo», comentaba Martín a este diario, mientras daba los últimos retoques a las propuestas destinadas a la capital. «Nuestra propuesta es que la sensación andaluza y las tradiciones no solo sirvan para ir a la feria, sino para llevarla a la calle y que la gente lo haga suyo, lo adapte para vestirlo. Esto es fundamental para mí», añadía la diseñadora, «esto va a estar reflejado en la retrospectiva que vamos a presentar como homenaje a estos veintitantos años», explicaba.

El pasado viernes 4 de marzo el Alcázar de los Reyes Cristianos acogió el desfile de la última colección de Juana Martín. Una última colección de moda flamenca que ha sido bautizada con el nombre Veintitrés. 01. Ante un público entusiasmado y frente a todo un despligue de luces de colores y música, como no, flamenca en directo, desfilaron las impactantes modelos que defendieron las últimas propuestas, muy en la línea de Martín.

«La colección tiene este título porque después de veintitrés años de duro trabajo ininterrumpido no hubo más remedio que hacer un parón debido al estallido de la pandemia, lo que supuso empezar prácticamente de cero», reconocía la diseñadora. Con un guiño a los colores básicos en las propuestas de la creadora, como el rosa, el blanco y el negro, hubo cabida para las líneas arriesgadas, aunque sin dejar de lado los característicos volantes agigantados y la transformación del típico traje de flamenca en una opción elegante para eventos formales o para noches especiales.

En definitiva, una apuesta «muy Juana», que el público asistente recibió con gran entusiasmo. «Fue una noche muy especial, en la que se notaba la ilusión de la gente», incidía la artífice, quien reconocía estar empezando a notar un aumento de la demanda de encargos para las fiestas populares que se avecinan, tras el respiro aportado por la baja de los contagios. «Creo que la gente tiene muchas ganas este año de volver a disfrutar de la feria y de la vida, porque eso es lo que nos han enseñado estos dos años, a disfrutar de la vida, porque el ser humano aprende y se adapta a las nuevas circunstancias, pero necesitamos volver a vivir», reflexionaba la artista.

«Esta última colección ha sido una apuesta arriesgada», añadía, en referencia a un contexto más complicado, si cabe, para una moda flamenca que todavía no tiene confirmada al cien por cien su aparición en los alberos.

Al menos el ambiente nocturno del pasado viernes en el Alcázar pudo dejar un buen sabor de boca. Literalmente. Por un catering a cargo del restaurante de la Ermita de la Candelaria, la selección de ibéricos de Covap, el vino de Marqués de Cáceres o las ginebras Exótica y Puerto de Indias. Patrocinadores a los que Martín quiso expresar un agradecimiento especial, así como a la floristería Pinsapo, Rafa Maqueda, el maquillaje de Menchu Benítez y las empresas Wedding Planner o Elegantia. «Porque para mí es imprescindible rodearme de gente muy nuestra, muy de Córdoba», explicaba la diseñadora. Hoy espera recibir el mismo calor fuera de su ciudad, que pone en alza hasta en los momentos de incertidumbre, ya que la impulsa a seguir adelante.