El pasado sábado se celebraron en varias ciudades españolas los exámenes para tratar de acceder a varias especialidades sanitarias. Más de 29.000 aspirantes se presentaron en toda España a estos exámenes, convocados por el Ministerio de Sanidad, en busca de una plaza de Formación Sanitaria Especializada en Medicina, Enfermería, Psicología, Química, Biología o Física, correspondientes al llamamiento 2021-2022. Unos exámenes, que en el caso de padecer covid, impedía al aspirante presentarse, lo que ha sido muy criticado por los ya examinados, sindicatos sanitarios y algunos colegios profesionales. 

De Córdoba, unos 200 graduados, en su mayoría médicos, pero también con otros estudios sanitarios, se presentaron a estas pruebas. La cordobesa Mónica Rico Muñoz hizo el examen de médico interno residente (MIR) después de llevar más de un año preparándose. Ella cree que la prueba le ha ido bien, aunque opina que fue "muy difícil". «El examen no era discriminatorio, no en el sentido de que si no habías estudiado mucho era muy complicado saber las respuestas, sino que incluía algunas preguntas que no las iba a saber nadie», señala Mónica. Esta graduada en Medicina sueña con hacer una especialidad concreta, que prefiere no desvelar, y quisiera poder realizarla en Córdoba.

A pesar de sentirse muy feliz por haber terminado unos estudios que le han gustado desde niña, reconoce que la medicina está viviendo una «época malísima», debido a lo mal que se retribuye a los profesionales y los contratos que les ofrecen, lo que ha elevado el número de facultativos que prefieren irse a ejercer a otras regiones o países. Este descontento incluso está causando, según esta médica, que haya graduados en Medicina que ni se presenten al MIR. Mónica Rico estima que la solución ante el déficit de médicos pasa por aumentar el número de plazas MIR que se convocan cada año y por mejorar las condiciones laborales de los doctores.

La enfermera de Moriles Marina Corona López quiere obtener una plaza para hacer la especialidad de Enfermería Pediátrica. CÓRDOBA

Aspirantes de enfermería

Otra graduada, en este caso en Enfermería, que se examinó el sábado para la prueba de Enfermería Interna Residente (EIR) fue Marina Corona López, de Moriles. Marina se graduó el año pasado en Enfermería y, tras trabajar durante el verano, se centró únicamente en estudiar de lunes a domingo, con el objetivo de obtener una plaza para hacer la residencia de Enfermería Pediátrica. Tiene la esperanza de haber aprobado, aunque considera que fiar todo lo estudiado a un único examen, en el que los nervios o una mala concentración pueden jugar al aspirante una mala jugada, no es una fórmula del todo justa. Esta enfermera estima que se debería establecer una forma de puntuar que tuviera en cuenta el examen EIR y también otro tipo de actividades con las que se pudiera comprobar que quien se evalúa posee los conocimientos necesarios.

Marina opina que deberían ir aumentando poco a poco más las plazas de formación en enfermería especializada, ya que considera que las enfermeras desempeñan un papel fundamental en la sanidad, tal y como se está comprobando más si cabe en este tiempo de pandemia. Mientras esta joven conoce el resultado del examen, ya ha se ha inscrito de nuevo en la bolsa de empleo y espera que la llamen pronto para trabajar.