Carmen Roldán es la madre de Guillermo Aragón, un alumno del IES López Neyra de 16 años que lleva estudiando percusión desde los 8 en el Conservatorio. Matriculado en 1º de Bachillerato de Ciencias, su idea es hacer Ingeniería Informática cuando acabe y completar los estudios de música, además de continuar con su carrera deportiva, ya que actualmente es nadador de alta competición. Según Carmen, «el cambio propuesto le obligaría a matricularse en Arte, para cursar asignaturas que no necesitaría en la carrera y prepararse otras como Matemáticas o Física que le harán falta en Selectividad», además de dejar la natación para seguir con la música por las tardes. «Todo el plan que tenía hecho hasta ahora se le ha venido abajo y está fatal», explica.

En situación similar se encuentra el hijo de Marien Reina, Pablo Camargo, que estudia Piano y primero de Bachillerato de Ciencias. «Quiere hacer la carrera de Piano en el Conservatorio Superior, pero no descarta hacer Administración y Dirección de Empresas o Márketing por tener un plan B en caso de que tuviera una lesión o cualquier problema con el piano», comenta. Si le obligan a hacer Arte, «tendrá que recuperar lo que no ha cursado hasta ahora de Fundamentos del Arte y prepararse por su cuenta las asignaturas de Ciencias». Según Marien, «obligarlo a cursar materias que no ha elegido y hacerle estudiar en sus ratos libres otras puede afectar a su rendimiento y bajar sus nota media de cara a la Selectividad». 

«Tendrán que estudiar materias que no necesitan y prepararse otras ellos para Selectividad»

Rafael tiene dos hijos de la misma edad en el López Neyra, Enrique y Jose, estudiantes de Viola y de primer curso de Bachillerato de Ciencias en el mismo trance que los otros. Su idea es seguir con la viola, uno de ellos quiere incluso pasar al Conservatorio Superior, y prepararse para estudiar las carreras de Arquitectura e Ingeniería Agronómica o Veterinaria el otro. «Todo este cambio parte de la premisa de que a los chavales que estudian Música no van a querer hacer carreras técnicas cuando no es así», señala Rafael, que critica además que no se informe al inicio de curso para que los alumnos puedan decidir lo que quieren con antelación, en lugar de improvisar en el mes de febrero. «Mis hijos están muy desconcertados y afectados porque saben que esto les va a descolocar por completo».

El caso se agrava en los alumnos matriculados en otros centros que no tienen la rama de Arte, como el Maimónides o El Carmen, informa Marien. «Los que están en esos centros tendrán que hacer Fundamentos del Arte online con un instituto de Almería, aunque nadie sabe cómo se van a apañar para hacerlo en horario lectivo porque todo se está haciendo sin planificación».