Las hermandades de Córdoba no ven factible hacer tests de antígenos antes de cada ensayo

La realización de test de antígenos antes de cada ensayo de las procesiones de Semana Santa es la recomendación de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía que menos convence a capataces, costaleros y hermanos mayores de las hermandades de Córdoba. La presidenta de la Agrupación de Cofradías, Olga Caballero, ha valorado positivamente la guía publicada por Salud y aunque destaca que «no son normas de obligado cumplimiento sino consejos que cada hermandad deberá adaptar a sus circunstancias», pero ha cuestionado la viabilidad de hacer test a las cuadrillas antes de cada ensayo. En su opinión, «hay cofradías que no tienen recursos suficientes para asumir el coste que supondría hacer tests de antígenos antes de cada ensayo».

En la misma línea, se han manifestado Félix Pelayo y José Manuel Delgado, miembros de la junta directiva, que han apuntado la complejidad que supondría hacer los tests, aunque no descartan que, llegado el momento, las hermandades que lo consideren necesario «soliciten ayuda a las administraciones para la compra de los tests y su aplicación». También plantean que «será difícil reducir aún más el número de ensayos, ya que la media está en cinco salidas». En relación con el uso de faldones, recuerdan que «solo se emplean en las procesiones, nunca en los ensayos» mientras que la solicitud del pasaporte covid es algo «que ya estaba previsto y que no supondrá ningún problema». 

En opinión de Ángel Carrero, capataz del Traslado al Sepulcro, Expiración y Caridad, «hay medidas más factibles de cumplir que otras». En su opinión, «reducir el número de ensayos a tres, en líneas generales, sería algo razonable, lo que exigirá que las hermandades sean solidarias, ya que hay costaleros que salen en varias cofradías». También le parece adecuado el uso de las mascarillas FFP2 en los ensayos, aunque confía en que en Semana Santa «la situación sanitaria haya cambiado porque si hace mucha calor, la sensación de agobio bajo el paso será importante». 

Tanto Carrero como Ismael Brenes, hermano del Huerto, Merced y Perdón, coinciden en que «gestionar test antes de cada ensayo es complicado por el tiempo que conlleva, ya que no todos los costaleros llegan a la hora citada por motivos de trabajo o de traslado de pueblos u otras provincias», por "lo complicado desde el punto de vista logístico, ya que necesitaríamos personas formadas para garantizar que las pruebas se hacen bien" y también «por el coste económico que supondría para las hermandades». En opinión de Brenes, «las cuadrillas llevan tiempo concienciadas y sabían que la vuelta no sería igual que antes» por lo que creen que asumirán el resto de medidas sin problema.