La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara, que preside Antonio Toledano, ha hecho suyo el manifiesto firmado recientemente por el consejo de distrito de Villarrubia que, bajo el título Salvemos los cortijos de Villarrubia y Los Frailes, busca poner en valor este antiguo equipamiento agrícola que "supone un patrimonio histórico, etnográfico, antropológico y social al mismo nivel que otros legados cordobeses y también con enormes oportunidades para el futuro".

En concreto, el consejo de distrito de Villarrubia y Al-Zahara considera que “Córdoba debe defender su patrimonio agrario, todo él, y fortalecer las políticas públicas para promover la agricultura agroecológica desde una perspectiva territorial integral”, aunque especialmente “se considera prioritario dedicar esfuerzos a una de las infraestructuras de mayor singularidad, extensión y antigüedad, y para colmo de propiedad municipal, como es el Cortijo de los Frailes (en Villarrubia, junto al Veredón de los Frailes), un conjunto arquitectónico rural que incluye molino, capilla, torre, cuadra y viviendas”, y de paso “dignificar las condiciones de vida de la familia que guarda esta finca desde hace décadas”.

La reivindicación -recuerda la Federación Al-Zahara- no es nueva, ya que en 2020 el Pleno acordó instar a la Junta a que declarase al menos el Cortijo de los Frailes y el Cortijo de Villarrubia como Bienes de Interés Cultural, algo que respaldó en este año que termina el Consejo del Movimiento Ciudadano reclamando un presupuesto a la Junta de Andalucía para poner en valor estos edificios, terrenos e instalaciones rurales.

Sin embargo, el manifiesto recuerda que “la museificación de parte del patrimonio agrario no es en ningún caso el objetivo” que persiguen los colectivos ciudadanos, sino mucho más ambicioso: la revitalización y revalorización de la agricultura en la zona desde una perspectiva de sustentabilidad”, para hacer de estos conjuntos "un centro de interpretación de nuestro patrimonio agrario, de educación ambiental, de cultura alimentaria e incluso de recepción de visitantes en un posible futuro parque agrario de Córdoba”.

De hecho, esta reivindicación sobre los cortijos de Villarrubia y Los Frailes, "independientemente de la importancia que tiene por sí sola, no es una iniciativa aislada, sino que -según Al-Zahara- podría ser el buque insignia de la estrategia por la sostenibilidad del sistema alimentario en Córdoba en la que está volcada la federación, con iniciativas como el nuevo impulso que se está dando a la red de huertos urbanos o el decálogo por una alimentación sostenible que se dio a conocer el pasado año. Todo ello sin olvidar que el proyecto también responde a compromisos internacionales de la ciudad, cuyo Pleno municipal y por unanimidad se ha venido sumando al Pacto de Milán, la Red de Ciudades por la Agroecología, el Pacto Intervegas o la declaración de Emergencia Climática". “Reducir la vulnerabilidad del sistema alimentario y hacerlo más sostenible y adaptado a los cambios climáticos y crisis energéticas requiere innovar, pero también recuperar patrimonio agrario material e inmaterial”, sentencia también el consejo de distrito en su declaración.