El sistema que aún hace falta en el aeropuerto de Córdoba para sacarle el máximo partido y facilitar la implantación de vuelos regulares estará operativo a final del 2022, si se cumplen los planes del Gobierno. Esa es la fecha que se desprende de la respuesta dada por el Gobierno central a una pregunta formulada por los diputados socialistas Antonio Hurtado y Rafaela Crespín. En la respuesta el Gobierno asegura que, aunque "desde Enaire es complejo estimar una fecha para la obtención" de las resoluciones que faltan de los organismos externos, "en base a la experiencia previa de proyectos similares y a la complejidad desde le punto de vista medioambiental del proyecto, la fecha de implantación podría situarse en el último trimestre del 2022".

Los diputados socialistas preguntaron por cuándo se van a publicar las cartas IFR del aeropuerto y qué efectos tendrá la publicación de las mismas. Además, deseaban conocer los planes del Gobierno para impulsar la actividad en el aeropuerto. El Gobierno, en su respuesta, explica los pasos dados hasta ahora desde que Enaire inició el diseño de los procedimientos de vuelo por instrumentos. En este sentido, indica que "las actividades de diseño de dichos procedimientos de espacio aéreo (en tierra y en vuelo) están finalizadas por parte de Enaire", "la validación en tierra se finalizó a mediados de febrero del 2021" y "la validación en vuelo de los procedimientos se ha realizado en dos sesiones", la del 22 y 30 de marzo del 2021, por lo que el proyecto en vuelo ha quedado validado como "favorable".

Paralelamente, y según el Gobierno, Enaire "ha mantenido conversaciones con el Ejército del Aire para el diseño y uso de las maniobras a la pista 21 del aeropuerto debido a su interferencia con una zona militar que se ha resuelto mediante la modificación de dicha zona". En este sentido, la Comisión Interministerial entre Defensa y Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Cidetma) ya ha dado el visto bueno. El siguiente paso se dará en enero y será la presentación, por parte de Enaire, en la primera ponencia de Navegación Aérea, de toda la documentación que contiene la propuesta de maniobras instrumentales de vuelo para su aprobación.

En cuanto a las actuaciones que dependen de otros organismos, el Gobierno recuerda que falta la aprobación del diseño de los nuevos procedimientos por parte de Cidetma, del estudio de seguridad por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) o la emisión de la resolución favorable a la tramitación medioambiental por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd), si AENA decide que es necesaria la tramitación ambiental de las maniobras.

Además, una vez logradas las autorizaciones necesarias, y antes de la puesta en servicio de estas maniobras, hace falta la difusión de los nuevos procedimientos de vuelo en la Publicación de Información Aeronáutica (AIP). Esto permite, según indica la respuesta, que se puede "operar en el entorno del aeropuerto, en condiciones meteorológicas de vuelo por instrumentos sin necesidad de disponer de referencias visuales externas por parte del piloto". De esa manera, añade, "no se precisa disponer de condiciones meteorológicas óptimas para poder aterrizar, garantizando una mayor seguridad y regularidad de las operaciones".

En cuanto a la posibilidad de que haya compañías interesadas en operar, el Gobierno aclara que "la decisión última sobre los destinos que operan y sus frecuencias corresponde exclusivamente a las compañías aéreas en función de sus intereses estratégicos y políticas comerciales". Por lo tanto, añade, "son las compañías aéreas, y no el gestor aeroportuario, las que deciden exclusivamente su oferta de vuelos en las distintas infraestructuras aeroportuarias". En este sentido, indica que el papel de AENA es ejercer "una labor continuada de promoción" que se centra en "contactar con las compañías aéreas a lo largo del año con el fin de favorecer la creación de nuevas rutas aéreas, así como en participar en encuentros especializados del sector en los que compañías aéreas y aeropuertos se reúnen con el fin de analizar el potencial de nuevas rutas". A esto se unen los incentivos comerciales que tiene.