El Hospital Quirónsalud Córdoba ha realizado con éxito una intervención para la corrección mínimamente invasiva de la deformidad del tórax en un niño, al que se ha implantado una barra intratorácica, según ha indicado el jefe de servicio de Cirugía Torácica del hospital Antonio Álvarez Kindelán, referente nacional y pionero en la realización de estas intervenciones, según informa el propio centro sanitario. 

El doctor Álvarez Kindelán ha explicado que el pectus excavatum es una deformidad congénita de la pared torácica que consiste en un hundimiento del esternón como consecuencia de un crecimiento anómalo de las costillas. Se produce en uno de cada mil individuos y es más frecuente en varones. En casos graves puede producir dolor torácico, sensación de dificultad respiratoria con el ejercicio, aumento de frecuencia cardíaca o arritmias. 

Implante de una barra de acero quirúrgico

El tratamiento quirúrgico está indicado en casos que produzcan síntomas y en casos severos como el del niño intervenido, que presentaba un hundimiento muy grave del tórax, que le provocaba una compresión y desplazamiento cardíaco severo, por lo que se consideró la corrección quirúrgica, a pesar de su corta edad, 9 años. La intervención ha consistido en el implante de una barra de acero quirúrgico previamente moldeada, que se queda alojada por detrás del esternón y las costillas. Dicha barra moviliza hacia delante la pared torácica consiguiéndose un contorno normal del tórax.

El doctor Álvarez Kindelán ha destacado que la intervención, que se realiza bajo anestesia general y control visual por videotoracoscopia, sólo requiere la realización de una pequeña incisión a cada lado del tórax, por lo que el paciente no presenta cicatrices visibles por delante del tórax. Tras dos días de ingreso, el paciente ha vuelto a realizar actividad normal con la barra implantada durante dos o tres años, que posteriormente se retirará por las mismas incisiones.

Esta técnica se realiza en pacientes jóvenes, hasta los 30 años, sin embargo, no es aplicable en pacientes que superen esta edad pues la pared torácica ya no es moldeable porque los huesos son más rígidos que en pacientes jóvenes. En estos casos, el servicio de Cirugía Torácica del Hospital Quirónsalud Córdoba cuenta con una técnica, también mínimamente invasiva, para la corrección del pectus excavatum, consistente en el implante de una próstesis de silicona diseñada a medida de la deformidad del afectado, a partir de imágenes 3D obtenidas de un TAC torácico preoperatorio. La prótesis, un elastómero de silicona, se amolda perfectamente al hundimiento del tórax del paciente y se coloca por debajo de los músculos pectorales.

El doctor Álvarez Kindelán ha resaltado que los resultados de la intervención son “excelentes, el paciente se reincorpora a su vida normal en dos días, ya que el proceso es casi indoloro, con una percepción de cambio de imagen inmediata.