Andrea es una mujer de mediana edad que, tras encontrarse en la calle, ha tenido la oportunidad de participar en el programa Hábitat de Hogar sí en Córdoba, por lo que desde hace algún tiempo, reside en uno de los pisos financiados con presupuesto municipal. Esta mañana, ha sido la voz del colectivo de personas sin hogar en la rueda de prensa ofrecida por la Red Cohabita con los datos actualizados del recuento de personas sin techo que viven en la ciudad.

«Nadie está en la calle porque quiera y nadie se merece vivir así», expuso esta mujer, que forma parte de ese 20% de féminas que componen el diverso puzzle de personas sin hogar que viven en esta ciudad. Agradecida por la oportunidad, leyó un manifiesto elaborado por unos 30 usuarios de la Red Cohabita. «Es necesario plantear acciones para que podamos acceder a una vivienda digna donde sentirnos bien, seguros, en un espacio de intimidad y donde poder expresarnos y desarrollar nuestros sueños». En su opinión, «se trata de un problema que no puede esperar» por lo que instan a los poderes públicos «a actuar más y prometer menos».  Consideran que "los derechos no pueden existir solo sobre el papel" y que "no basta con las buenas intenciones, sino que hay que llevar esas acciones a la práctica".

En este sentido, han planteado la necesidad de aumentar el número de viviendas sociales para dar una segunda oportunidad a las personas sin hogar. "Muchos propietarios no quieren alquilarnos una vivienda, hay requisitos que resultan imposibles y ni siquiera teniendo dinero o trabajo podemos acceder a un alquiler en muchos casos, no queremos nada que no podamos asumir, pero sí un trabajo digno y un techo".

También han pedido a la sociedad y a los medios que se acabe con los estereotipos que los convierten en "indigentes y personas sin techo", como si esa fuera lo que los define. "También somos personas, padres y madres que sufrimos por vernos en esta situación", ha concluido Andrea.