La directora de Alsara, Sandra V. García, se muestra optimista de cara a los próximos meses. En cualquier caso, cree que la experiencia de la pandemia debe servir para conseguir una economía más competitiva.

¿Es optimista con la nueva normalidad tras pasar lo más duro del covid y por qué?

Sin lugar a duda, hay razones más que justificadas para afrontar el futuro con optimismo. En primer lugar, por el escenario de cierta normalidad que desde hace unos meses estamos viviendo, después del sufrimiento de la pandemia. En segundo, porque la sociedad en general y los trabajadores de los sectores prioritarios han demostrado una enorme capacidad de sacrificio y, lo que es más importante, hemos tomado conciencia de lo que significa cuidar de lo público, de la sanidad, el respeto al bien común, de la importancia de lo cercano, de lo genuino, de lo nuestro y de los inconvenientes de los excesos de la globalización.

¿Qué cree que es prioritario para la economía cordobesa en estos momentos?

La experiencia tendría que servirnos para conseguir una economía más competitiva, más adaptada a las necesidades reales de la ciudadanía y más encaminada a la felicidad personal y profesional de todos. Sería fundamental que desde los distintos ámbitos se potenciaran aquellos valores en los que la generalidad estamos de acuerdo y dejásemos al margen actitudes insolidarias, egoístas y de corto alcance que solo nos llevan a permanecer aferrados en lo más negativo del ser humano.

¿Qué sectores cree que deben impulsar la recuperación de la economía cordobesa en estos momentos? En el caso de ser empresario, ¿piensa que su sector se verá más rápidamente afectado por la recuperación que otros?

En nuestra capital y provincia, históricamente hemos tenido una serie de sectores que, por diversas razones, la sociedad se ha sentido muy cómoda. Salvo en raras ocasiones, el sector industrial brilló por su ausencia. Pues bien, hoy continuamos anclados en esa relativa comodidad, que trae consigo políticas económicas conservadoras y poco exigentes, tanto para el factor trabajo como para el capital. Tendríamos que ser capaces de poner las luces largas y apostar por sectores innovadores con capital humano y ambición profesional. Difícilmente podremos salir de nuestra tradicional situación sin producir cambios significativos a nivel empresarial y laboral, con una formación de calidad y adaptada a las necesidades. Aprovechemos nuestra localización, nuestra historia, nuestra formación empresarial y nuestras tecnologías y salgamos de la complacencia de unos y otros.

¿Qué aspectos le preocupan más de cara a los próximos meses?

Lo que más me preocupa es la posibilidad de que volvamos otra vez a situaciones graves a nivel sanitario como consecuencia de los rebrotes. Y habría que lamentar, en ese hipotético caso, que la situación se volviera a nivel social mucho más compleja y difícil de gestionar, pues todos somos conocedores de la importancia y de la necesidad de cumplir con la vacunación, fundamentalmente, y de otras recomendaciones de gran eficacia. De todos modos, seamos relativamente optimistas y pensemos que, con el nivel de vacunación existente y la capacidad de gestión de los rebrotes, podamos entre todos hacer las cosas como nos merecemos. También es preocupante la situación que se está creando con el nivel de inflación y las posibles tensiones que parece que pueden producirse en las cadenas de suministro de cualquier tipo, que unido a la prolongada sequía pueda complicar en exceso la recuperación en nuestra provincia.