Poco a poco va llegando la ansiada normalidad y las cofradías de nuevo retoman las calles. Atrás quedan esas interminables horas viendo vídeos de cofradías transitando por la ciudad, algo que parecía que no iba a llegar nunca. Este sábado estas imágenes han traspasado la pantalla y se han hecho realidad. De nuevo en la calle un paso con costaleros y banda de música, un paso que no era otro que el de la Divina Pastora de Capuchinos, primera imagen en procesionar de este modo tras el inicio de la pandemia. Pasadas las 19.30 horas la cruz de guía del redil eucarístico se abría paso en la plaza de Capuchinos y mientras que en el cocherón anexo se vislumbraba el dorado paso de la Pastora dispuesta a hacer su primera y esperada levantá, en el interior sonó el rotundo sonido del llamador y en la calle el aplauso del público ante este momento que se puede calificar de histórico.
Un momento histórico al que también quiso asistir el alcalde de la ciudad, José María Bellido, quien acompañó a la cofradía en los primeros instantes de la salida. El paso de la Virgen fue exornado con clavel blanco y nardos, mientras que el risco llevó distintas variedades florales. Ante la Divina Pastora se abrió un nutrido cortejo que guardó las medidas de seguridad vigentes, al igual que lo hicieron los costaleros adaptándose al nuevo protocolo para el culto en las calles. A pesar de las adversidades, a pesar de la incómoda mascarilla, todo discurrió con normalidad viviéndose emotivos momentos al paso de la Pastora por las calles, eso sí calles más anchas que las de su recorrido habitual y que incluyó también los jardines de la Merced, donde el paso se recreó a los sones de la banda de la Esperanza, que interpretó un escogido repertorio para esta histórica procesión que fue seguida por cientos de personas que se echaron a la calle como en los tiempos previos a la pandemia. No fue la única procesión en la tarde de este sábado y aunque también pudo llevar costaleros la hermandad optó por mantener las parihuelas. Así, la Virgen del Rayo, titular de la hermandad del Descendimiento, cruzó las calles del Campo de la Verdad en una tarde donde sin duda los cofrades recuperamos la ilusión perdida.
