"La escuela sacerdotal avilista”, “La escuela femenina avilista” y “Los santos discípulos del Maestro Ávila” han sido los tres asuntos tratados en la segunda jornada del III Congreso Internacional Avilista que se está celebrando en el Palacio Episcopal y que culminará el día 2 de julio en Montilla con la presencia del cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de la CEE, Juan José Omella. Una jornada que se ha iniciado con la exposición del Santísimo en la Capilla del Pilar y la celebración de una misa en la Catedral de Córdoba presidida por el arzobispo emérito de Sevilla, Juan José Asenjo.

En su homilía, Asenjo ha explicado como San Juan de Ávila influyó tanto en Trento como en aquellos padres que estaban presentes en el Concilio y, centrándose en su estancia en Montilla, ha recordado como el maestro era la predicación y la dirección espiritual de tantas almas. Teniendo esto presente, el arzobispo ha pedido a los fieles que sigan las enseñanzas de este Maestro de Santos, “porque la biografía de San Juan de Ávila es una invitación elocuente a la santidad”.

Acto seguido, ha dado comienzo la mesa redonda sobre historia a través de las ponencias de José Ramón Godino sobre “La escuela sacerdotal avilista”, de María Jesús Fernández Cordero sobre “La escuela femenina avilista” y Miguel Navarro Sorni sobre “Los santos discípulos del Maestro Ávila”.

José Ramón Godino ha comenzado su intervención resaltando que “es difícil encuadrar a San Juan de Ávila como hombre de escuela”, por lo que ha planteado las preguntas: ¿Realmente San Juan de Ávila quiso formar una escuela? ¿Tenía herramientas para ello? Para el ponente, hablar de escuela de San Juan de Ávila es ciertamente apasionante, “pero sabemos que más que escuela, lo que tenía era discípulos”. En este sentido, ha resaltado la importancia de la predicación, “que es lo que le da cuerpo y sentido al Magisterio de Ávila”. En un recorrido por su espiritualidad y la época en la que vivió, el ponente ha desvelado que “San Juan de Ávila no se ató a ninguna escuela, ya que no quería desviaciones doctrinales y se negó incluso a aceptar canonjías, obispados o responsabilidades ministeriales.

Por su parte, María Jesús Fernández Cordero ha trazado el panorama de las mujeres que estuvieron vinculadas a la vida de San Juan de Ávila, como por ejemplo, Sancha Carrillo para quien el Maestro fue su instrumento divino de conversión. La ponente ha repasado las Cartas en las que San Juan de Ávila pone de manifiesto su relación con diversas mujeres a las que le pide su vinculación a Dios y “padecer por Cristo”.

Respecto al título de su ponencia, ha comentado que es importante sacar a la luz el papel de las mujeres como discípulas de Juan de Ávila: “discípulas en cuanto que bebieron de su espiritualidad y le tuvieron como guía y maestro. Además, contribuyeron a apoyar la corriente espiritual que él impulsaba y a difundir sus escritos. Hay una red de relaciones en las que ellas son importantes, pero no se las identifica apenas en la historiografía más que como mujeres que pasan por su itinerario vital, porque no tienen en común un ministerio, como les ocurre a los discípulos varones sacerdotes”. 

Para culminar la jornada de la mañana, Miguel Navarro Sorní se ha centrado en cómo la doctrina del Maestro influyó en la vida de muchos santos. “Fue amigo y forjador de santos y España está llena de sus cartas y obras espirituales”, ha afirmado. El ponente ha indicado que “la santidad, si es auténtica, es contagiosa y suscita a imitarla, como fue el caso de San Juan de Ávila quien vivió una “constelación” y fue un caso del todo excepcional en la historia de la Iglesia”. Este presbítero valenciano ha disertado sobre la reforma sacerdotal y las claves de la santidad sacerdotal desde la perspectiva avilista. Haciendo un recorrido por la vida de diversos santos que han “bebido” de la enseñanza del Patrón del Clero Secular Español, ha finalizado su exposición indicando que “Juan de Ávila ocupa el centro de aquella constelación que en pleno Siglo de Oro español hizo posible la reforma soñada por Trento; constelación de santos semejantes alrededor de un hombre como no se ha dado nunca en la historia de la espiritualidad cristiana”.

Tras las intervenciones, los participantes han podido tener un tiempo de diálogo con los ponentes